El aceite retrasa el progreso de los tumores cancerosos

aceite verdeUna investigación de la Universidad de Quebec en Montreal (UQÀM) ha demostrado que los polifenoles del aceite de oliva virgen extra tienen la capacidad de retardar la progresión de un tumor canceroso y posiblemente reducir el riesgo de recidivas, buscando en particular los mecanismos moleculares responsables, tal y como publica Mercacei en el siguiente artículo.

“Nuestro programa de investigación está dedicado a la identificación de moléculas procedentes de los alimentos que poseen propiedades preventivas para entender mejor su mecanismo de acción contra el cáncer. El objetivo es prevenir esta enfermedad y reducir el riesgo de recaída de los pacientes que están en remisión”, ha destacado Borhane Annabi, profesor del Departamento de Química y titular de la Cátedra sobre Prevención y Tratamiento del Cáncer de la UQÀM.

Este investigador y su equipo continúan el trabajo iniciado en 2004 por el profesor emérito Richard Béliveau, primer titular de la cátedra, cuya labor constituye la base científica de las obras de Béliveau, centradas en la adopción de hábitos alimentarios y estilos de vida saludables.

Según recoge Actualités UQÀM, una de las grandes dificultades asociadas con el tratamiento del cáncer está relacionada con la capacidad de las células cancerosas de distorsionar los procesos asociados con el funcionamiento normal del cuerpo, lo que les permite crecer e invadir los tejidos. “Con el fin de asegurar su supervivencia y crecimiento, los tumores estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de vasos ya existentes. Este fenómeno, llamado angiogénesis, genera una nueva red de capilares que representa una excelente diana terapéutica”, ha explicado Sylvie Lamy, directora de proyectos de la cátedra.

Freno a la angiogénesis tumoral

Así, los investigadores encontraron que los compuestos del aceite de oliva virgen extra, conocido por sus propiedades beneficiosas para la salud, son potentes frenos a la angiogénesis tumoral. En este sentido, Lamy ha precisado que algunos polifenoles presentes en el aceite de oliva virgen extra previenen la activación de una proteína esencial para este fenómeno. “Esta inhibición reduce significativamente la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de las células que forman el revestimiento interior de los vasos que están cerca del tumor, evitando que progrese”, ha detallado la investigadora.

Además de estos polifenoles, ácidos grasos tales como el oleico frenan la angiogénesis al bloquear la acción de los mensajeros químicos pro-inflamatorios. Sin embargo, existe una estrecha relación entre la inflamación crónica y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. “La inflamación causa la formación de moléculas muy activas secretadas por células del sistema inmune, que dañan el material genético-ADN. En lugar de eliminar los invasores, estas moléculas proporcionan un ambiente ideal para que las células cancerosas crezcan y faciliten la angiogénesis”, ha asegurado Lamy.

Los investigadores demostraron que varias moléculas presentes en el aceite de oliva, pero también en el tomillo, el apio, los pimientos verdes, los mangos, las aceitunas, los higos, las uvas, las moras y el vino tinto, inhiben la acción de los mensajeros químicos pro-inflamatorios en las células del cáncer, impidiendo la inflamación crónica de los tejidos, lo que tiene un efecto para frenar la progresión del cáncer. “Nuestra investigación se centró en los tumores cerebrales, pero los resultados se aplican a muchas otras formas de cáncer”, ha señalado Borhane Annabi.

Para estos expertos, los resultados de la investigación, publicados en Experimental Cell Research (2014), Biochimica et Biophysica Acta (2015) y Journal of Nutritional Biochemistry (2016), son “muy gratificantes” y, según han indicado, “las moléculas que estudiamos tienen un campo diverso de acción y pueden actuar tanto sobre la angiogénesis como sobre el proceso inflamatorio. No encontramos esta versatilidad en moléculas sintéticas”, ha remarcado la titular de la cátedra.

Asimismo, estas moléculas se encuentran naturalmente en los alimentos que consumimos a diario. “Se documenta el impacto individual de ciertas moléculas, pero en última instancia, no las consumiremos de esta forma. Por ello, nos aseguramos de comprobar que existe una sinergia entre estas moléculas y los efectos beneficiosos que se producen cuando se consume el alimento en sí como el aceite de oliva virgen extra, las frutas, las verduras o las especias”, ha precisado Borhane Anabi.

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