El 3% del olivar en seto aporta un 36% del aove elaborado en el mundo

El Olivar en Seto, suponiendo tan solo algo más del 3 por ciento de la superficie de olivar del planeta, genera el 36 por ciento del total del AOVE elaborado en el mundo. El estudio de AGROMILLORA lo ha realizado Juan Vilar Consultores Estratégicos y ha sido presentado esta mañana en el marco de la feria hortofrutícola Fruit Attraction. El objetivo de dicho estudio es el de explicar el impacto del Olivar en Seto en la olivicultura mundial en términos de eficiencia, sostenibilidad y biodiversidad en combinación con un uso más óptimo de la tierra y el agua. Actualmente se cultiva el olivo en los 5 continentes, con una superficie de 11,6 millones de hectáreas repartidas en 66 países. De estos, el 3,3 por ciento de la superficie es Olivar en Seto. Es decir, 400.000 hectáreas en todo el mundo. Este modelo ha conseguido un volumen de negocio por campaña de unos 2 mil millones de euros, y una inversión acumulada de 7 mil millones, dando empleo a más 44 mil personas remuneradas con 90 millones de euros anuales. Por otro lado, aporta unos 450 millones de euros por campaña a los estados productores en forma de recaudación fiscal, tanto por inversión, como por motivo de la propia actividad económica. El Olivar en Seto es sinónimo de una modernización de la agricultura que garantiza: el suministro futuro de alimentos acorde con la evolución de la población del planeta, una mejora de la economía, fijación de la población en el territorio, solventar el problema de la escasez de mano de obra en los ámbitos rurales, sofisticar el empleo, evitar el desperdicio y pérdida de alimentos, y, si se ejerce de forma racional, mejorar la biodiversidad, y se es condescendiente con el medio ambiente.

Más de 7.000 millones de inversión acumulada

El olivar en seto genera una producción de aceituna de casi 3,3 millones de toneladas (supone el 15,48 por ciento del total de aceituna producida en el mundo). El valor global de dicha producción media para las cinco últimas campañas fue de casi 1.800 millones de euros. El volumen de negocio directo por campaña del olivar en seto se acerca por ejercicio o campaña a casi los 2.000 millones de euros, lo que supone el 15 por ciento del total de la cifra de negocios media obtenida en estas campañas.

En cada campaña se requieren de nuevas inversiones, tractores, vendimiadoras, almazaras, tratamientos, riego, ejecución y un largo etc… Por lo tanto, la inversión total descrita asciende a más de 637 millones de euros por año, cuyo efecto impositivo, de acuerdo con los datos anteriormente citados según la fiscalidad / país, y su idiosincrasia, sería de algo menos de 100 millones de euros.

“Allá donde resulte posible transformar, el olivar en seto fija más población al territorio que cualquier tipo de olivicultura, pues lo que asienta las personas en el territorio es la riqueza”, Juan Vilar.

El reciente desarrollo de olivares en seto en la región del Alentejo ha sido un excelente ejemplo de la compatibilidad de una cultura económicamente rentable, que permite crear valor en el sector y en la región, con la promoción de indicadores de desarrollo ambiental y social, es decir, con un impacto significativo en la retención de carbono, en la provisión de servicios ecosistémicos y en la estabilización de población en el territorio. Tras la ejecución de estas plantaciones, por campaña, se ha creado la oportunidad de trabajar de forma estable y permanente a más de 700 personas.

Desde que se comenzó la plantación de olivar en seto, tanto de forma directa como indirecta, desde el propio campo hasta las industrias auxiliares se han creado más de 44 mil puestos de trabajo en todo el planeta.

 

Sostenibilidad y eficiencia

Se ha podido constatar científicamente que el olivar en seto es dinamizador de biodiversidad, ya que permite mediante la cubierta vegetal, y la optimización de recursos, especialmente el agua, que se frene la erosión, y pérdidas de suelo. Con sus 35 mil hectáreas plantadas anualmente (de acuerdo con las estimaciones de las 3 campañas estudiadas), de algún modo contrarresta, vegetativa y gradualmente, los 420 millones de hectáreas de bosque se han perdido en todo el mundo desde 1990.

Otro efecto medioambientalmente positivo, es la fijación de CO2 del olivar en general, y del olivar en seto en particular, es decir, resulta ser un sumidero de CO2. El Olivar en Seto supondría casi el 5 por ciento del total, es decir, de entre 0,7 y 1,5 millones de toneladas por año, con un incremento anual de fijación, de casi 100 toneladas según los datos analizados, lo cual va en línea con el denominado Pacto Verde Europeo.

Por primera vez el sector del aceite de oliva tiene una herramienta competitiva, el olivar en seto, para producir AOVE en una costa sostenible y poder ganar cuota de mercado de manera relevante en relación con otras grasas vegetales.

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