El precio de los aceites envasados cayó en 2019 un 14%

Un vistazo al comportamiento del mercado del aceite en el gran consumo en 2019 nos depara que hemos dejado atrás la barrera de los cuatro euros y sobre todo considerar el impacto en el gasto, que descendió un 14,8% en total en comparación con 2018 al abaratarse el producto un 14%. Según el último informe elaborado por Nielsen que recoge Olimerca, los efectos en el mercado de esta bajada de precios, que en ningún caso se deben a una mayor intensidad promocional, se dejaron sentir de distinta manera en oliva y en semillas. Este mercado es repetitivo en sus hábitos. Si se agranda la diferencia de precio entre oliva y semillas, el consumidor se decanta por el segundo. Si se estrecha, se quedan con el segundo. Es como un efecto acordeón. Y en 2019, el “acordeón” se contrajo.

Si vemos la comparativa entre semillas y oliva suave, el diferencial de precio medio del litro se redujo en 83 céntimos. Si hacemos esto mismo, pero ahora con el oliva virgen extra, son más de 50 céntimos lo que se redujo la diferencia entre pagar uno u otro respecto a 2018.

En conjunto, los precios en todas las categorías de oliva bajaron el año pasado, con el consiguiente aumento del consumo de litros de la categoría oliva intenso, suave y, especialmente, virgen extra, que se incrementó un 6% más.

Tener más virgen extra en la despensa ayudó a que su precio bajara de la barrera psicológica de los cuatro euros. Y, si bien sigue siendo la variedad más cara del lineal de aceites, lo cierto es que estamos en un contexto de revalorización de toda la alimentación envasada, que en 2019 creció en gasto un 2,5%, con un aumento del precio del 1,8%, pero que en su mayor parte no es inflación. En concreto, un 0,2% es subida pura y dura y el 1,6% restante es porque adquirimos artículos de mayor valor añadido.

 

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