En el año 2014 entró plenamente en vigor el Real Decreto 895/2013 sobre normas de presentación de los aceites de oliva en hostelería y restauración. La normativa respondió a una demanda del sector para garantizar la calidad y la presentación del aceite de oliva que se sirven en restaurantes, bares y todo tipo de establecimientos de hostelería. Se quería poner así fin a las llamadas aceiteras “cochambrosas” o “pringosas” tan habituales hasta hace no tanto y que, además de dar una pésima imagen del oro líquido, ponían en riesgo su calidad, además de no especificar su procedencia ni características. Cinco años después, y tras un periodo en el que el sector no pareció tomarse en serio la norma, las aceiteras rellenables son cada vez menos habituales. Según un informe de la Interprofesional del Aceite de Oliva de julio de 2018, el 87,9 % de los establecimientos de hostelería que participaron en una encuesta encargada por Aceites de Oliva de España (1.767 locales de toda España) cumplían la norma y afirmaron servir en sus salas el producto en envases irrellenables, bien etiquetados o en monodosis, casi 8 puntos más que en 2016 (80,3 %).
Pero lo cierto es que aún queda mucho por hacer, porque no son pocas las veces que las llamadas “aceiteras pringosas” se encuentran en establecimientos españoles y andaluces.
Para evitar que siga sirviéndose el aceite de este modo, la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, ha anunciado que el Gobierno andaluz va a “hacer un esfuerzo” para elaborar un plan de inspección “muy concreto” centrado en el uso de envases rellenables utilizados para el aceite de oliva en establecimientos hosteleros. “Se acabaron en Andalucía los envases rellenables porque hacen mucho daño a nuestro sector”, recalcó durante su intervención en el Parlamento el pasado 4 de julio y en respuesta a una pregunta parlamentaria.
Crespo resaltó la necesidad de “mimar nuestro oro líquido” y puso en valor la participación directa del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en la defensa de este sector.
En este sentido, hizo referencia a su participación, la primera de un presidente de la Junta de Andalucía, en la Mesa de Interlocución agraria. Allí se sentó con las organizaciones agrarias y cooperativas para explicarles todo lo que se está haciendo, y lo que se va a hacer, por el sector del aceite de oliva.
Entre otras actuaciones, se ha refirió a medidas del ámbito de la promoción dirigidas a difundir las bondades de “esta grasa saludable” entre los mercados emergentes; y a la adaptación de las ayudas al sector del olivar.
Asimismo, la titular del ramo comentó que el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) desarrollará trabajos de investigación enfocados al estudio de los beneficios del aceite de oliva y que desde la Consejería se apuesta por la modernización y tecnificación de los laboratorios agroalimentarios de la Comunidad Autónoma.
A modo de conclusión, Crespo recalcó que desde su Departamento se va a “trabajar con el sector y demandar al Gobierno de la nación que trabaje con Europa” en cuestiones como los umbrales de referencia para la activación del almacenamiento privado, que se encuentran desactualizados.
