La última campaña en Uruguay estuvo marcada por la elevada producción, ya que se obtuvieron aproximadamente 2.800 toneladas de AOVE. La cosecha implicó un desafío para el sector, en particular para las almazaras, ya que tuvieron que procesar un volumen de fruta muy por encima de años anteriores, si bien la calidad no se vio comprometida, según se destaca en el anuario 2019, publicado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay y recogido por Mercacei. En concreto, la cosecha registró volúmenes récord a nivel nacional, estimándose en 24.900 toneladas de fruta, lo que supuso una producción de 2.775 toneladas de aceite de oliva virgen extra que fue procesada por unas 30 almazaras que se encuentran en funcionamiento en el país.
La campaña productiva 2018/19 fue muy superior a los registros previos e incluso superó ampliamente la expectativa que tenían los productores, debido a que las condiciones climáticas permitieron una muy buena floración y la consecuente obtención de gran cantidad de fruta, con buena calidad de aceite.
La superficie en producción de olivos es de 9.100 hectáreas, según datos aportados por la Asociación Olivícola del Uruguay (ASOLUR), y es realizada por 147 productores. La distribución por tamaño muestra que 115 productores son pequeños, con una superficie menor a 40 hectáreas, en tanto que 32 productores cuentan con una superficie en producción de más de 40 hectáreas. Las variedades más extendidas de olivos son arbequina (50% de la superficie), frantoio (15%), barnea, picual y coratina, entre otras.
Los departamentos con mayor superficie plantada son Maldonado (31%), Treinta y Tres (24%) y Rocha (23%).
En cuanto al comercio, este documento precisa que se exportaron casi 1.000 toneladas de AOVE, cifra también récord, por un valor total de 2,5 millones de dólares, siendo el principal destino España, con el 70% del valor exportado; mientras que Estados Unidos y Brasil tuvieron una participación del 18% y 11%, respectivamente.
En relación a las importaciones, durante el año 2019 (hasta octubre), se importaron 721 toneladas de aceite de oliva, de las cuales 695 toneladas correspondieron a aceite de oliva virgen extra. Argentina, España, Italia y Chile fueron los países de origen de estas compras.
Según este informe, el consumo de aceite de oliva está creciendo en este país y el consumidor uruguayo comenzó a incorporar en mayor medida este tipo de aceite en su dieta. Considerando que en los últimos años la tendencia del aceite importado ha sido decreciente, el aceite de oliva virgen extra producido en Uruguay está ganando terreno en el consumo local.
Para la campaña 2019/20, que se cosechará en el año entrante, se espera un menor volumen de producción ya que la floración no parece ser tan auspiciosa respecto a la temporada anterior.
