Grupo operativo Drones y Olivar. ¡Ya estamos volando!

ASAJA

Ya ha comenzado la investigación para estudiar cómo hacer más competitivas las explotaciones de olivar con la tecnología dron. Se realiza a través de un grupo operativo coordinado por ASAJA-Jaén en el que también participan la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial (FADA), la Universidad de Jaén, la Fundación Caja Rural, el Instituto Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) y las ASAJAs de Granada, Córdoba, Almería y Málaga. Los primeros vuelos y análisis de suelos empezaron el pasado mes de julio en fincas de Jaén, Málaga, Córdoba, Almería y Granada.

 

 

Presentación del grupo operativo en la sede de ASAJA-Jaén

¿Cómo pueden mejorar los drones las explotaciones de olivar? Es la pregunta a la que durante dos años intentará dar respuesta el  Grupo Operativo “Proyecto I+D+i Agricultura de precisión en el olivar usando Sistemas Aéreos No Tripulados”, coordinado por ASAJA-Jaén. Sus diferentes miembros han comenzado los trabajos con los que durante dos años estudiarán cómo hacer las fincas de olivar más eficientes, competitivas y respetuosas con el medio ambiente a través de la utilización de la tecnología dron. El pasado julio se realizaron los primeros vuelos en fincas de Jaén, Granada, Almería, Córdoba y Málaga y se tomaron las muestras iniciales.

Primeras muestras de hojas de olivo recogidas. Julio de 2018.

El grupo operativo es uno de los más ambiciosos e innovadores de Andalucía.  Estudia la aplicación de los RPAS (drones) a la agricultura de precisión y, más concretamente al cultivo del olivar. Con un presupuesto de 300.000 euros, incluidos dentro del PDR 2014-2020 para grupos operativos, en el grupo participan como miembros, además de ASAJA-Jaén, la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial (FADA), la Fundación Caja Rural y la Universidad de Jaén. También cuenta con la participación de las ASAJAs de Málaga, Córdoba, Almería y Granada y del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA).

“Lo que en principio era sólo una idea y una gran ilusión (hace apenas unos años se habría considerado ciencia-ficción) se ha convertido realidad”, explica Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de ASAJA-Jaén y de cuyo afán por adaptar la más moderna tecnología al mundo del olivar surgió el grupo. “Con él esperamos hacer las fincas más eficientes y respetuosas con el medio ambiente a la misma vez que mejorar la rentabilidad de los agricultores y reforzar los lazos entre la investigación y el mundo rural”, matiza. Valero está convencido de que la investigación es fundamental para mejorar los resultados económicos de las explotaciones, facilitar y reestructuración y modernización, “y así esperamos conseguirlo con un trabajo de tal envergadura como el que estamos comenzando y que esperamos que, en dos años, ofrezca buenas bases para seguir haciendo de los sistemas aéreos no tripulados un aliado del agricultor y del olivar”.

Primeros vuelos y análisis de suelos. Julio de 2018

Fomentar la innovación, cooperación y el desarrollo de la base de conocimientos en las zonas rurales, reforzar lazos entre la agricultura y la investigación, mejorar la competitividad de los productores primarios, la gestión de los recursos hí

 

dricos y del suelo, evitando la erosión o un uso más eficiente del agua y la energía en el olivar son, tal y como indica el responsable de ASAJA-Jaén, algunas de las premisas en las que se sujeta este grupo. “Como objetivo final, se quiere facilitar a través del conocimiento de estas herramientas la creación y el desarrollo de pequeñas empresas y la creación de empleo”, añade Valero.

 

Durante los dos años en los que se prolonguen las investigaciones, ASAJA-Jaén se encargará de la coordinación y difusión del proyecto. Así, se irán organizando jornadas, publicando artículos científicos y realizando labores de información sobre los avances del proyecto, tanto a mitad de la investigación como al final.  La organización, al igual que sus homólogas de Málaga, Almería, Córdoba y Granada, proporciona a los investigadores las fincas sobre las que sobrevolarán los drones, de diferentes características e idiosincrasia, con el fin de analizar todos los parámetros en olivares de diversas tipologías.

Vuelos y sensores

FADA, Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial, es la responsable de realizar los vuelos con drones en fincas de olivar de las provincias de Jaén, Málaga, Almería, Granada y Córdoba. La Fundación diseñará el sistema UAS o dron que se utilizará en estos vuelos y, aconsejado por ASAJA, se desarrollarán las aplicaciones necesarias para definir los sensores que se utilizarán y los datos que se deberán analizar en los vuelos. Una vez realizada la campaña de vuelos, se llevará a cabo el procesamiento de datos para obtener información útil sobre el estado del cultivo. Así, se determinarán deficiencias nutricionales, el estado óptimo de maduración de la aceituna para su recolección, información del estado del suelo (ej. estado de humedad), la detección de posibles plagas… etc.

Antidio Viguria, Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial

“Nuestro principal objetivo es dotar de tecnología al proyecto para valorar cómo esta nueva herramienta puede mejorar el cultivo del olivar”, apunta Antidio Viguria, jefe de División Aviónica y Sistemas en FADA. Cuenta que en el proyecto van a desarrollar un dron con una cámara multiespectral y termográfica integrada que permita de una forma sencilla obtener datos e imágenes de los cultivos. “FADA también va a proporcionar soporte a todas las operaciones aéreas durante varias campañas para tomar datos e imágenes en las diferentes fincas en distintas fases de la campaña de aceituna para revisar una serie de parámetros”, añade. De esta forma, continúa, se espera que con las conclusiones obtenidas, en un futuro próximo, se puedan utilizar los drones como una herramienta útil y que se  pueda usar en el día a día de este cultivo. “Desde FADA-CATEC pensamos que el uso de los drones en la agricultura tendrá gran impacto en el futuro próximo”, añade. Y hace hincapié en que, según los últimos estudios de mercado, se espera que los drones muevan 11.000 millones de euros en toda Europa en los próximos 15 años. “Una de las principales aplicaciones va a ser la agricultura. De hecho, según marca la normativa europea se espera que los primeros vuelos a larga distancia que se puedan realizar en Europa sean en los entornos rurales”, considera Viguria. Y sigue: “Por tanto la agricultura es gran parte del futuro de esta tecnología y esperamos que con este proyecto pueda demostrarse su utilidad y se pueda implantar en los próximos años”.


Análisis de campo

Al mismo tiempo que los drones vuelan en las fincas seleccionadas, los técnicos del Laboratorio Olivarum, de la Fundación Caja Rural, realizarán un estudio de campo: recogerán muestras de suelo, hojas y aceituna con el fin de analizarlos (humedad del suelo, estado de maduración de la aceituna, entre otros parámetros) y compararlos con los obtenidos por el dron.

Lola Peña, directora del laboratorio Olivarum

Lola Peña, directora del Laboratorio Olivarum de Caja Rural, explica que el centro va a certificar o calibrar los sensores que lleva acoplado el dron con los análisis de campo que ellos mismos van a realizar. “De tal manera que si coinciden con los análisis in situ tendremos una herramienta muy eficaz porque el dron tiene mucha facilidad para tomar datos, lo hace de manera rápida e inmediata”, apunta. “Si los calibramos, tendremos una herramienta muy eficaz para la toma de decisiones en la explotación. Una agricultura más precisa y más sostenible, que use menos agua, menos abonos…”, matiza. Y añade: “Estamos muy esperanzados en que el dron nos de información sobre el estado de la cosecha y del aceite. Veremos a ver dónde llega”.

Peña indica cómo, junto al IFAPA, Olivarum realizará un diseño de parcelación y se determinarán los vuelos de los drones. “A la vez que del dron vuela, se toman las muestras en el campo que luego deberemos casar”, matiza la investigadora. Habrá dos tomas de muestras de hojas suelo y probablemente otras dos en aceituna y aceite. Lola Peña recuerda que Olivarum participa en este proyecto a través de la Fundación Caja Rural. “Lo hacemos siempre pensando en los fines de la Fundación Caja Rural: revertir a la sociedad una serie de ventajas y medios que obtiene en su actividad, que es la financiera. Y un modo importante de volcar estos beneficios es a través de proyectos de este tipo”, apostilla. “Si finalmente se dan los resultados que esperamos, se ve más que cumplida la tarea que la fundación Caja Rural de Jaén tiene asignada y asumida”, concluye.

 

 

 Momento óptimo de recolección

Por su parte, el IFAPA establecerá un modelo que permita determinar el momento óptimo de recolección del fruto en función de su contenido graso y las características del aceite a partir de las imágenes espectrales tomadas mediante drones.

Gabriel Beltrán, investigador del IFAPA

“Intentaremos establecer cuándo y cómo hay que recoger la aceituna”, indica Gabriel Beltrán, investigador del IFAPA, quien cuenta que ya están planificándose los primeros ensayos para organizar parcelas sobre las que se van a hacer las pruebas y con el fin de ver las características sensoriales y el rendimiento graso del fruto. “La idea es aportar datos suficientes como para poder trasladarlos en un futuro próximo al sector”, anuncia el investigador.

Para Beltrán, investigaciones como ésta tienen una gran trascendencia y no sólo por el hecho de contar con herramientas novedosas de trabajo, sino porque de los resultados de las investigaciones se extraerán después trabajos específicos. Por ejemplo, indica que establecer el momento óptimo de recolección mediante vuelos aportaría una información muy valiosa para la provincia de Jaén y para Andalucía en general. “Se podría establecer el momento de apertura real de las almazaras y también el momento de recolección para el agricultor indicándole cuál es el periodo en el que los aceites presentan las mejores características sensoriales”, apunta. “Ese traslado implica un incremento del valor añadido de nuestros aceites de la cosecha desde el árbol”, añade. “No se espera a ver qué aceite sale, sino que se decide qué aceite sale desde el momento que se establece el momento de la recolección”, matiza.

 

 

La experiencia y apoyo de la Universidad


Javier Gámez: Director de la OTRI de la Universidad de Jaén y responsable del Área de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Jaén, cuenta que la UJA trabaja en el proyecto a través de un grupo de investigación universitaria que se denomina grupo de robótica automática y visión por computador. Se trata de un grupo que apuesta por el desarrollo del conocimiento pero para que ese conocimiento se aplique a la sociedad. De hecho, más de la mitad de los recursos con los que cuentan se destinan para colaborar con empresas, prácticas de la investigación o satisfaciendo necesidades en empresas… “En las smart agro estamos intentando incorporar nuevas tecnologías sensoriales en tecnologías que ya venían de bajo coste. Intentamos democratizar los servicios como incorporar las tecnologías (cámaras de visión, sensores…) para que puedan automatizar procesos en el campo, aumentar su productividad”, indica

.

Javier Gámez, Director de la OTRI de la Universidad de Jaén

Diego Martínez Gila, investigador de la Universidad de Jaén cuenta cómo la Universidad es clave fundamental en el grupo operativo de ASAJA. “Una de nuestras líneas de trabajo se centrará en la visión por computador, tanto en el espectro visible como  en el de infrarrojo”. Así, el grupo de investigación seleccionará los dispositivos más idóneos para embarcarlos en el equipo. Además, trabajará en el diseño del experimento: cuántos vuelos son necesarios o qué altura se necesita para ver con qué resolución se cuenta. Desde la Universidad se diseñará también la plataforma software que nos permitirá almacenar la cantidad de imágenes que se generen en los vuelos y a la que los drones la enviarán a tiempo real.

Diego Martínez Gila, investigador de la Universidad de Jaén

“Esta plataforma tendrá la capacidad de ser alimentada por estas imágenes y por otro lado se alimentara de los resultados de laboratorio. Así, de forma automática la plataforma cruzará los datos de los drones y los de laboratorio”, aclara Martínez Gila. “Primero se configurará un algoritmo de predicción y luego será validado por las imágenes que se vayan obteniendo en tiempo real en los diferentes experimentos. La idea es desarrollar una plataforma que se entrene de forma supervisada, pero también automática, y que luego vaya arrojando resultado conforme le vayan llegando imágenes nuevas”, continúa.

Manuel Hernández, investigador de la Universidad de Jaén

Manuel Hernández, alumno de la UJA e investigador del grupo, considera que con este tipo de tecnología se podrá “conocer de forma más específica qué tipo de necesidades requieren las fincas de olivar”. “A día de hoy un agricultor puede ver que de forma general una finca necesita tal producto y o tiene tal carencia y ahora se va a poder hacer a vista de dron”, apunta. “A día de hoy eso no se está consiguiendo y eso es lo que queremos lograr con este proyecto, que con inteligencia artificial se puedan obtener pronósticos en el cultivo destinados al fin y al cabo, a conseguir una buena cosecha, que es lo que se pretende”, matiza.

« 2 de 3 »

 

 

Compartir en

Enviar un Comentario