La aceituna de mesa se queda fuera de las ayudas acopladas

La aceituna de mesa vuelve a quedar, por el momento, fuera de las ayudas acopladas en la nueva PAC. El sorpresivo anuncio del ministro de Agricultura, Luis Planas, de que el olivar tradicional contaría con una ayuda acoplada, -desestimando la propuesta de un programa sectorial para este cultivo, tal y como se recogía inicialmente en el documento del Plan Estratégico enviado el pasado diciembre a Bruselas-, hizo resurgir cierto optimismo en el sector del verdeo, tal y como recoge Agrónoma. Sin embargo, una vez que se han conocido los requisitos establecidos por el Ministerio en el último documento de trabajo, la aceituna de mesa «no entraría como sector elegible», apunta el secretario general de Asaja Sevilla, Eduardo Martín. Así, para poder acceder a la «ayuda asociada al olivar con dificultades específicas y alto valor medioambiental», tal y como la ha denominado el Ministerio, los titulares deberán tener sus explotaciones olivareras declarada en la PAC en los años 2018, 2019 o 2020. Además, las plantaciones deben tener más de 10 años y cumplir una superficie mínima por parcela.

El principal escollo está en la densidad de árboles por hectárea, ya que la propuesta del Ministerio es contar con una densidad de plantación mínima de 30 árboles por hectárea y máxima de hasta 80 árboles, y/o una pendiente media superior o igual al 25%.

Además, limita el acceso únicamente al olivar de secano, cuando «al menos el 40% de la superficie de aceituna de mesa se cultiva en regadío». Por tanto «esta ayuda es totalmente inadecuada, porque va a dejar fuera a muchísimo olivar tradicional», explica Martín.

 

Programa sectorial

Se trata de un planteamiento técnico «totalmente erróneo», destaca el secretario general de Asaja Sevilla, que es incluso «más restrictivo que el que contemplaba el programa sectorial inicial». Así, Eduardo Martín explica que «el programa sectorial recogía un marco para el olivar de almazara de 140 olivos por hectárea y /o una pendiente del 20%». Asaja alegó que eso era insuficiente, y propuso una densidad de 180 árboles y una pendiente del 10%.

Para el olivar de mesa, el programa proponía no tener en cuenta la pendiente pero sí 210 árboles por hectárea. Esta medida también fue alegada por la patronal agraria, pidiendo que la densidad se incrementara «a 225 árboles por hectárea».

Ahora, la propuesta de ayuda acoplada contempla una densidad máxima de 80 árboles por hectárea y/o una pendiente del 25%, por lo que «son valores poco realistas», enfatiza el secretario general de Asaja Sevilla. Y es que con estos requisitos, sólo podrían acceder plantaciones olivareras «con un marco de 12,5 x 10, lo que está fuera de lo normal».

Esta propuesta también ha sido criticada desde el sector del olivar de almazara, ya que «hay olivares centenarios, e incluso milenarios, que se quedarían fuera de esas ayudas». Y es que el marco tradicional del olivar en Jaén está entorno a los 100 árboles, «y su riesgo de abandono y su limitación específica es igual a la de un olivar con 80 árboles por hectárea». Por ello, tanto  Asaja y COAG como Cooperativas Agro-Alimentarias coinciden en señalar que «esta ayuda no ha sido diseñada para defender el olivar tradicional jiennense, sino otros modelos».

 

Sin obstáculos

Cabe recordar que hasta 2020, la aceituna de mesa no podía recibir ayudas acopladas de la PAC, debido a un error histórico incluido en los reglamentos comunitarios en los que se citaba al aceite de oliva en lugar de al olivar, impidiendo de este modo que el sector del verdeo pudiera optar a estas ayudas.

Sin embargo, en esta reforma este error se había corregido, y e l propio Ministerio se felicitó por ello, al ser una demanda del sector. Por tanto, desde el inicio de las negociaciones de la PAC, Andalucía estaba pidiendo una ayuda para el sector de la aceituna en el Plan Estratégico.

Asaja Sevilla lamenta que se deje perder esta oportunidad, cuando «la aceituna de mesa es un sector con muchas dificultades específicas», aludiendo así al nombre de la nueva ayuda. Y es que el sector arrastra desde hace muchos años un problema de rentabilidad, «que ha llevado a arrancar 15.000 hectáreas de olivar de verdeo en la última década, fundamentalmente de las variedades manzanillo y gordal» ante dificultades en su «reconversión a una recolección mecanizada que permita ahorrar costes», pues «más del 60% de los costes del cultivo se debe a la mano de obra necesaria para recolectar las aceitunas», apunta Eduardo Martín.

Otra de las críticas respecto a la propuesta del Ministerio es el escaso presupuesto con que contarán las ayudas al olivar, pues si el programa sectorial estaba dotado con 30 millones, la nueva ayuda se quedará «con 27,59 millones de euros».

Por tanto, y según las cuentas de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, contando unas 580.000 hectáreas de olivar, «la ayuda no llegaría a más de 50 euros por hectárea».

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