El Gobierno de Andalucía hace frente a las consecuencias de la pandemia con el mayor presupuesto de la Junta en sus más de 40 años de historia, y la agricultura y la ganadería andaluza tienen un peso relevante en este presupuesto. Así lo ha reconocido hoy el director general de ASAJA-Andalucía, Félix García de Leyaristy, en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del Parlamento de Andalucía. Estamos por tanto ante unos presupuestos condicionados por la grave crisis económica y social provocada por la pandemia. Son unos presupuestos que responden a esta crisis desde dos frentes: desde el fiscal, la Junta de Andalucía mantiene la senda iniciada en el 2019 con una bajada del tramo autonómico del IRPF; y por otro lado desde el presupuestario, el Gobierno autonómico se centra en fomentar la inversión productiva. Respecto a esta última, la inversión pública, las operaciones de capital crecen en 254 millones, llegando hasta 3.991 millones de euros, lo que supone un esfuerzo inversor del 11,2% del gasto no financiero total previsto para 2021 y un 2,4% del PIB de Andalucía, la cifra más alta presupuestada en los últimos ocho años. Desde ASAJA esperamos que se ejecute en su totalidad, evitando modificaciones presupuestarias que acaben financiando más gasto corriente a costa de la inversión.En concreto, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible contará con un presupuesto de 1.873 millones de euros, de los que 66,8 millones corresponden a Pesca. El incremento real para las políticas agrarias y medioambientales será de 132,2 millones de euros, es decir un 7,6% más que el ejercicio anterior.
La Consejería de Agricultura incrementa así en cuatro puntos su peso específico en el presupuesto, cumpliendo así con una reivindicación histórica de ASAJA, es decir, Agricultura sube el 7,6% mientras que el presupuesto de la Junta se incrementa el 3,7%. El área de agricultura y medio ambiente será además la que realice un mayor esfuerzo inversor, con el 32,4% del montante total inversor del presupuesto de la Junta de Andalucía para 2021. Desde ASAJA-Andalucía debemos reconocer y valorar que el Gobierno de Andalucía continúe apostando por el sector agrario como elemento fundamental para el desarrollo económico y social de la región.
Tal como expuso el director general de ASAJA-Andalucía en su comparecencia “esta respuesta positiva desde el punto de vista presupuestario debe ir también acompañada de una respuesta contundente desde el punto de vista de la gestión de los fondos para que éstos lleguen cuanto antes a los beneficiarios, ayudando a amortiguar los nocivos efectos de esta crisis sin precedentes, y no se queden sólo sobre el papel.”
Respecto a la estructura del presupuesto de la Consejería de Agricultura, Félix García de Leyaristy muestra la satisfacción de ASAJA con el hecho de que dos de cada tres euros -el 66,7% del presupuesto de esta Consejería- se dedique a inversiones, tanto directas (inversiones reales), como en subvenciones para aumento de capital (transferencias de capital). Este capítulo alcanza los 1.250 millones de euros con un incremento de 139 millones de euros sobre el ejercicio actual (+12,5%).
Las partidas más importantes del presupuesto de la Consejería de Agricultura que se dedican a inversiones van destinadas a ayudas a la incorporación de jóvenes agricultores (29,3 millones de euros), a la modernización de explotaciones agrarias e industrias agroalimentarias (62,3 millones de euros), a mejora de caminos rurales (71 millones de euros), a mejora de regadíos (27 millones de euros), a obras y proyectos de depuración, a mejora de presas y restauración y adecuación ambiental de cauces, plan de aguas regeneradas (313 millones de euros), a incentivación del sector agroindustrial (124 millones de euros) a restauración y mejora de ecosistemas forestales (26 millones de euros) y a seguros agrarios (12 millones de euros).
El director general de ASAJA-Andalucía instó en su comparecencia a todas las administraciones y en particular a Agricultura a alcanzar los máximos niveles de ejecución de estos mayores fondos presupuestados, ya que “solo así se pondrá de manifiesto la capacidad de gestión del equipo de la Consejería para cumplir con los objetivos previstos de potenciar la competitividad e innovación, favorecer la sostenibilidad agraria, fomentar la seguridad alimentaria, facilitar el desarrollo local y la fijación de población y empleo, o avanzar en una administración más ágil y eficiente.”
Félix García de Leyaristy recordó el esfuerzo que desde hace años viene haciendo el sector agrícola y ganadero para satisfacer las necesidades alimentarias de la población y mantener el medio ambiente, esfuerzo que se ha multiplicado en el presente ejercicio como consecuencia de la pandemia, que llevó al sector a posponer sus tractoradas reivindicativas para centrarse en la producción de alimentos y en la contribución a la desinfección de los pueblos. Quienes se dedican a la actividad agraria y ganadera demandan a la sociedad en general, y a los políticos en particular, paciencia y generosidad para dotar a este sector de los fondos suficientes que permitan una adaptación progresiva que no tenga efectos traumáticos en términos de empleo y renta y facilite la transición a un nuevo modelo productivo basado en la gestión integral de los recursos naturales.
