Plantan lavandín entre los olivares para evitar la erosión y extraer una renta extra

Plantar otros cultivos entre los olivares es una práctica que ocupa diferentes investigaciones. Una de ellas es Diverfarming, un proyecto financiado por el Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, dentro del reto de “Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores y bioeconomía” en el que participan universidades y centros de investigación de toda Europa. Hace unos días, Diverfarming presentó en Zasragoza algunos casos de estudio, como las plantaciones de Lavandín entre olivares, cuyos casos de estudio se han realizado en olivares de Torredelcampo (Jaén). El lavandín es una mezcla de lavanda y espliego destinada a productos de higiene y perfumería. El equipo de la Universidad de Córdoba que analiza la investigación señaló en sus conclusiones la idoneidad de este cultivo para complementar el olivar tradicional. Además de aportar al agricultor una segunda renta y posibles beneficios (ante la posibilidad de ser considerado cubierta vegetal), el cultivo contribuye a reducir la erosión del suelo y es un valor de refuerzo para la sostenibilidad del olivar.

Durante la jornada, también tuvo lugar la presentación del prototipo de maquinaria que combinará las diversas funcionalidades que cada cultivo necesita durante su ciclo de vida. Por su parte, el equipo de comunicación, liderado por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Córdoba, presentó la estrategia para la creación de las ‘Communities of practitioners’ que estarán compuestas por las comunidades de agricultores que pongan en marcha la diversificación en sus fincas con la ayuda y el soporte técnico del equipo Diverfarming.

En la actualidad existen 8 casos de estudio dentro de Diverfarming desarrollándose en terreno nacional, todos ellos relacionados con técnicas de diversificación del cultivo.

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