“La economía circular persigue un desarrollo sostenible, que haga compatible el crecimiento económico con una utilización adecuada de los recursos naturales existentes. El agotamiento de los recursos naturales, la degradación de nuestros entornos como consecuencia de la acumulación de residuos a los que no se busca otra utilidad, el deterioro medioambiental y, consecuentemente, de nuestra salud, derivado de la cultura de «usar y tirar» comienza a ser ya insostenible.” Así inicia su exposición de motivos el proyecto de Ley de Economía Circular de Andalucía que espera ser aprobado a lo largo de este año. El pasado 22 de abril la ONU celebraba el Día Mundial del Planeta con el objetivo de concienciar a la población mundial de la necesidad de un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. A medida que la economía crece, necesitamos más materias primas para la producción de bienes y generamos más desechos. El ecosistema se convierte tanto en la fuente de estas materias primas como en el vertedero de nuestros residuos.
Sin embargo, en la actualidad nuestras economías han crecido de tal modo que tenemos que cuestionarnos la práctica de extraer más y más materias primas y arrojar más y más residuos. Este modelo actual de “extraer- fabricar- usar- tirar” se denomina economía lineal y no es un modelo sostenible.
La Economía Circular, en contraste, aspira a limitar radicalmente la extracción de materias primas y la producción de residuos. Lo hace mediante la recuperación y reempleo sistemático de tantos productos y materiales como sea posible. La Economía Circular es una economía de “fabricar/ refabricar- usar/ reusar”.
Según el International Stainless Steel Forum, producir una tonelada de acero inoxidable supone la emisión a la atmósfera de unas 3,81 toneladas de CO2. Sustituir un decanter de algo más de 100 toneladas diarias de producción podría suponer un nivel de emisiones de CO2 equivalente a dar la vuelta a la Tierra pasando por sus polos en un coche de gasolina unas 2.000 veces. Parece bastante para tenerlo en cuenta.
Conscientes de esta problemática, en Pieralisi han decidido dar una segunda vida a nuestros productos con nuestra marca 2Life by Pieralisi, su sello para productos Pieralisi reconstruidos.
Reparar, renovar y reconstruir se refieren a distintos procesos
Reparar lleva un producto de nuevo a su capacidad funcional original. Después de reparar, el producto regresa a su propietario original.
Renovar restaura el rendimiento y/o la funcionalidad de un producto, resultando en un producto con su funcionalidad al 100 %. Renovar es más amplio que reparar, que incluye repasos menores, actualizaciones y retoques estéticos. Después de una renovación, un producto puede regresar a su propietario original o a uno nuevo.
Reconstruir siempre tiene lugar en el fabricante original. Los productos son restaurados a su condición y rendimiento original como nuevos o mejor. Durante el proceso de reconstrucción un producto es desmontado, inspeccionado, limpiado, reparado, reensamblado (usando componentes nuevos cuando sea necesario), y testados.
Reparar y renovar tratan de volver a poner un producto en condiciones de trabajo y asegurarse de que lo haga dentro de sus parámetros de funcionamiento estipulados, mientras que reconstruir supone llevar el producto a su condición de nuevo. Por tanto, reconstruir es el “renacimiento” de un producto.
Todos los modelos reconstruidos por 2Life by Pieralisi siguen un estricto protocolo de calidad garantizado por un equipo técnico de expertos altamente cualificados. Contamos con los recambios originales, conocemos los procedimientos de reparación y disponemos del personal mejor entrenado. En el proceso de revisión y supervisión de los equipos seminuevos se utilizan piezas originales de fábrica, se realizan revestimientos de bowl y sinfines con altos estándares de calidad, así como pinturas y acabados de alta gama. En Pieralisi nos gusta decir que una máquina 2Life es un equipo Pieralisi nuevo de nuevo.
2Life by Pieralisi cuenta con un amplio catálogo de equipos reconstruidos para la producción de aceite de oliva: molinos desde 25 CV a 50 CV, batidoras apiladas de uno, dos o tres cuerpos de 1.000 kg, 2.000 kg, 4.000 kg ó 6.000 kg, o las mejores batidoras MOLINOVA® para partidas del mercado, que permiten trabajar por lotes o en continuo desde 600 kg hasta 2.000 kg por vaso.
Decanters Pieralisi de la mítica serie SPI con prestaciones imbatibles, desde el SPI-1 para producciones de 35 toneladas diarias hasta el renombrado SPI 444, buque insignia de esta gama de decanters Pieralisi con capacidad de hasta 250 toneladas diarias. Todos los decanters cuentan en su proceso de reconstrucción con las últimas actualizaciones que incorporan los modelos actuales como arranque con variador de frecuencia para obtener consumos eléctricos más eficientes o modificaciones internas para proteger el motorreductor (transformación a tubo cónico).
Las centrífugas verticales no pueden ser menos en este elenco de alternativas 2Life: los modelos P-6000 con descargas automáticas y cobertura abierta o cerrada, que aún persisten instaladas en multitud de almazaras puestas al día como nuevas, así como los modelos planetarios, ejemplo de la innovación Pieralisi. Porque cuando hablamos de sostenibilidad nadie puede con nuestras Plutone, Marte, Neptuno, Saturno y Mercurio. Sin consumo de agua de proceso y con sistemas CIP incorporados, permiten gestionar una producción de entre 600 y 5.000 litros de aceite a la hora.
Además, Pieralisi ofrece todas las facilidades para que los clientes puedan probar y adquirir nuestra gama 2Life para periodos específicos de producción mediante un servicio de renting personalizado con cuotas periódicas sin necesidad de realizar grandes desembolsos.
