Aunque la superficie de olivar en España continúa aumentando año tras año, en el 2020 hemos asistido a un frenazo que, según recoge Olimerca, podría justificarse por la llegada de la pandemia del coronavirus y la inseguridad de algunas empresas. Concretamente, en 2020 el aumento de la nueva superficie olivarera ha sido de tan solo un 0,64% respecto a 2019, alcanzando las 2.751.255 hectáreas, frente a las 2.733.620 has que había en el año anterior. Así lo refleja la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo (Esyrce 2020) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. De la superficie total en España, el olivar de aceituna con destino almazara es el que más ocupa, con 2.553.921 has, de las que 1.781.760 has son de secano mientras que las áreas de regadío muestran una trayectoria creciente, sobre todo en Andalucía; el olivar de aceituna de doble aptitud a nivel nacional(tanto para aceituna de mesa como para almazara) alcanza las 119.685 has (74.454 has en secano y 45.231 has en regadío); mientras que el olivar de aceituna de mesa ocupa 77.650 has, de las que 42.812 son en secano y 34.837 has en regadío.
Por Comunidades Autónomas, Andalucía es la que más terreno destina al cultivo de olivar, con un total de 1.662.801 has, de las que 1.020.066 has son en secano y 642.727 de regadío. Por destino de la aceituna, el olivar de aceituna con destino almazara ocupa 1.494.313 has en la región andaluza, el de doble aptitud alcanza las 112.663 has y el de aceituna de mesa asciende a 55.824 has.
Por su parte, en Castilla-La Mancha, el olivar ocupa 443.702 has, la mayoría en secano (375.712 has) y con destino almazara (443.627 has del total, de las que 375.637 has son de secano).
Asimismo, Extremadura cuenta con una superficie de 287.754 has de olivar, de las que 223.578 son en secano y el resto en regadío. Al igual que ocurre en Castilla-La Mancha, la mayor parte de esta superficie produce aceitunas con destino almazara (262.677 has) y la mayor parte también en secano (199.904 has).
