Seguimiento fitosanitario del cultivo del olivar en Andalucía

La fenología dominante en el olivar es “B” (Yema movida) en la mayoría de las provincias, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de Andalucía. Las más atrasadas son Granada, donde aún domina el estado fenológico “A” (Yema de invierno), y Jaén, donde domina A-B. Cádiz y Sevilla son las que presentan un mayor adelanto fenológico, encontrándose en dominante “B” (Yema movida), y observándose ya algo de “D1” (Empieza corola), en las primeras parcelas. Se ha iniciado el seguimiento fitosanitario del cultivo en todas las provincias, y de ahora en adelante se informará periódicamente hasta mediados de noviembre, aproximadamente. Los principales agentes que se muestrean en estos momentos son prais (Prays oleae), euzofera (Euzophera pinguis), aldodoncillo (Euphyllura olivina), repilo (Fusicladium oleagineum) y repilo plomizo (Pseudocercospora cladosporioides).

En estos momentos se está desarrollando la generación filófaga de prais (Prays oleae), aunque todavía de forma incipiente. Los daños de esta generación los provocan las larvas al alimentarse de las hojas y brotes. En olivares adultos esta generación no produce daños relevantes, en plantaciones jóvenes puede tener importancia si existe una alta presencia, que afectaría al desarrollo de la planta. Huelva y Málaga presentan índices superiores al resto, con una media en torno al 3% de brotes afectados con formas vivas, seguidas de Sevilla con el 0,5%.

En cuanto a las capturas de prais, son muy bajas, sin superar la media provincial de 0,1 capturas/trampa y día en las provincias más adelantadas. Estas hembras adultas que están comenzando a volar ahora son las que realizarán la puesta en las inflorescencias del olivo, a partir del estado fenológico D1-D2, dando lugar posteriormente a la generación antófaga.

Las capturas de adultos de euzofera (Euzophera pinguis) van desde valores nulos en la provincia de Granada, hasta máximos de 6,1 adultos/trampa y día en Sevilla y 4,3 en Huelva.

Los daños más graves de esta plaga se producen en olivar joven. Las mariposas aprovechan para poner los huevos en pequeñas heridas, cortes de poda, roce de los arados, verrugas de tuberculosis, grietas, etc. Como medida preventiva hay que provocar las mínimas heridas posibles al olivo y evitar las labores de poda y desvaretado en los periodos de máximo vuelo de adultos. En las parcelas con niveles altos que requieran un tratamiento, a partir del descenso de la curva de vuelo será el momento en el que esta plaga presente una mayor sensibilidad a éstos.

Comienza a observarse en los brotes e inflorescencias la presencia de masa algodonosa producida por el algodoncillo (Euphyllura olivina). Esta es una plaga secundaria, y a pesar de su aspecto llamativo, no suele producir daños destacables. Solo en casos concretos, y especialmente cuando ciertos tratamientos insecticidas desequilibran la fauna auxiliar y la densidad de algodoncillo es muy elevada, se justificaría su tratamiento. Ya que la fauna auxiliar ejerce un control importante sobre esta plaga, se recomienda fomentarla todo lo posible, minimizando el impacto de los posibles tratamientos fitosanitarios sobre ella.

Se están realizando muestreos para determinar la incidencia de repilo (Fusicladium oleagineum) y repilo plomizo (Pseudocercospora cladosporioides).

Comentar que el repilo se desarrolla de forma más virulenta en aquellos lugares como arroyos, cañadas y zonas de umbría, en los que es fácil que se produzca la condensación de agua en la hoja. Los índices que se están obteniendo en estos primeros muestreos de la enfermedad están siendo por lo general similares o algo más bajos que los del año pasado. Cabe recordar que para la germinación del hongo se necesita agua libre sobre la conidia (elemento reproductor) y sobre la zona de penetración en el tejido receptor (normalmente la hoja), así como temperaturas comprendidas entre 8 y 24°C, con una temperatura óptima de 20°C.

Las condiciones meteorológicas que favorecen el desarrollo de repilo plomizo son: Alta humedad relativa y temperaturas entre 5 y 30°C. Los tratamientos preventivos contra el repilo causado por Fusicladium también lo son contra esta enfermedad.

Para una información más específica se recomienda consultar los informes provinciales.

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