¿Cómo es la oleicultura en Argentina?

Argentina ocupa el primer puesto en el ranking del continente americano tanto como productor como exportador de aceite de oliva y aceitunas de mesa. La superficie estimada es de 90.000 hectáreas la mayoría en régimen de regadío. El 50% de esta superficie corresponde a variedades destinadas a aceite de oliva, el 30% a variedades destinadas a aceitunas de mesa y el 20% a variedades de doble propósito, aceite y aceitunas.

Las zonas olivícolas más importantes se encuentran situadas en las provincias de La Rioja, que ocupa el primer lugar (27.8%) de la superficie total olivícola, seguida por Mendoza (22.9%), Catamarca (20.8%), San Juan (20.2%), Córdoba (5.0%), seguido por el sur de Buenos Aires (2.8%) y por último Rio Negro (0.6%). Mapa 1 – Distribución de las zonas de producción del olivo en Argentina.

La producción olivícola Argentina comprende principalmente dos actividades industriales que resultan muy importantes para el desarrollo y crecimiento de las economías regionales: la elaboración de aceitunas de mesa y la extracción de aceite de oliva. Ambas tienen un perfil cultural fuertemente arraigado en el territorio desde la etapa hispánica de Argentina, lo que brinda a los diferentes productos elaborados en cada región características únicas y atributos particulares. En las últimas veinticinco campañas se ha alcanzando una producción media de 25.000t. Consiguiendo una producción récord en la campaña 2017/18 con 43.600t.

La mayoría de la producción corresponde a la categoría de aceite de oliva virgen extra. El consumo se mantiene estable, con volúmenes medios de 6.000 t. Sin embargo, las exportaciones aumentan fuertemente pasando de 4.900t en 1992/93-96/97 a 18.600t en 2012/13-16/17. Se prevé que en la campaña 2017/18 las exportaciones superen las 36.000t, que significará un aumento del 116% respecto de la campaña anterior, Argentina exporta aceite de oliva a más de 27 países. Los principales destinos son al continente americano con el 63% del total, de los cuales el 41% va al mercado americano seguido de la Unión europea con el 37%.

Durante las últimas décadas la tradición y la cultura se combinaron con la realización de inversiones de alta tecnología que otorgaron un nuevo perfil a la actividad a través de las inversiones extra sectoriales. La transformación permitió renovar plantaciones tradicionales, ampliar la superficie de cultivo e incorporar nuevas variedades, con equipos de riego localizados y conducidos para la cosecha mecánica. Paralelamente, la industria elaboradora adoptó procesos y tecnológica de última generación acompañando el proceso de crecimiento del sector.

Argentina tiene 5 laboratorios reconocidos por el COI: 2 de análisis físico-químico y 3 de análisis sensorial. En Argentina se encuentran diferentes variedades de olivo. Dentro de las regiones productoras: Catamarca se suele caracterizar por la “Arbequina”, “Manzanilla” y la “Coratina”; La Rioja por la “Arbequina”, la “Manzanilla”, “Barnea”, “Picual” y “Frontino”; San Juan por la “Arbequina”, la “Manzanilla”, “Barnea”, “Picual” y “Hojiblanca”; Mendoza por la “Arbequina”,”Arauco”,”Farga” y “Empeltre”; Córdoba por “Arbequina”, “Arauco”, “Frantoio”, “Farga” y “Manzanilla” en tanto la zona de Buenos Aires y Rio Negro por “Arbequina”, “Frantoio”, “Picual” y “Changlot”. En el Distrito Arauco, provincia de La Rioja se encuentra el Olivo Cuatricentenario. Por esta región toma el nombre la variedad argentina con amplia trayectoria internacional. Esta economía regional posee un fuerte sesgo exportador. En 2017 las exportaciones registraron valores estimados en USD FOB de 222.834.815 significando una variación interanual de 52,97%.

En cuanto al del sector de aceitunas de mesa, presenta un fuerte crecimiento. En los últimos 15 años se ha pasado de una producción media de 39.600 toneladas a 97.800t, lo que significa un aumento del 147%, alcanzando un máximo de producción en el periodo 2007/08-2011/12 con una media de 131 000t. El consumo aumenta durante las últimas campañas situándose alrededor de 40.000 toneladas. Las exportaciones evolucionan a un ritmo similar a la producción. Los principales destinos de las exportaciones argentinas son el mercado brasileño donde se sitúa como principal proveedor, seguido de Estados Unidos, Chile y Uruguay.

En Argentina, coexisten en todas las provincias los sistemas productivos modernos y los sistemas tradicionales. Los sistemas de cultivo modernos o también llamados en seto tales como el Intensivo o Súper-intensivo, son los modelos que más se emplean en las diferentes regiones olivareras de este país. Las fincas modernas intensivas de baja densidad se caracterizan por marcos de plantación intensivos entre 200 a 800 árboles/ha con variedades, en su mayoría destinadas a la elaboración de aceite de oliva extra virgen. El riego es localizado y la práctica de poda y cosecha son mecanizadas. Se estima que el rendimiento promedio esperado asciende a 10 toneladas de aceituna por hectárea.

Por otro lado, el modelo súper intensivo, en setos de más de 800 árboles por hectárea se realiza en zonas donde las condiciones agroclimáticas son limitantes al desarrollo vegetativo de las plantas. Los cultivares de menor porte o vigor, como por ejemplo Arbequina o Arbosana, son los que admiten distancias menores entre hilera con una rápida entrada en producción. En este modelo, la cantidad de plantas por hilera es de entre 5 a 2 m entre plantas.

En contraste, el modelo productivo tradicional se caracteriza por amplios marcos de plantación con densidades que oscilan entre 69 a 156 árboles/ha. Están conformados en gran parte por olivos añosos del cultivar Arauco, cuyo destino principal es la elaboración de aceitunas de mesa. Otras características de este sistema son: escasa incorporación de tecnología, riego superficial (“manto” o “tazas”), cosecha manual. En estas plantaciones se estima que el rendimiento promedio esperado es de 5/6 toneladas de aceituna por hectárea.
Respecto al momento de cosecha, independiente del modelo productivo, se inicia a finales de enero o principios de febrero extendiéndose hasta finales de junio, dependiendo de la zona y de la variedad. La cosecha manual arranca en las provincias del norte, La Rioja principalmente y en el Valle de Catamarca, con las variedades de aceitunas de mesa. Luego se continúan las variedades de aceite de oliva a finales de marzo hasta mayo, generalmente la cosecha es mecanizada. En los meses de mayo-junio se realiza la cosecha en las provincias ubicadas al sur del país. La mecanización de la cosecha de aceitunas para aceite mostró, en los últimos años, una tendencia creciente con el objetivo de mejorar la competitividad. Por esta razón muchos productores están adaptando, mediante poda, sus olivares a la cosecha mecánica.

Por invitación de las autoridades argentinas la 107ª reunión del Consejo de Miembros tendrá lugar en Buenos Aires (Argentina) del 18 al 21 de junio 2018. Argentina fue el primer país del Continente americano en adherirse al Convenio Internacional del Aceite de Oliva y de las Aceitunas de Mesa, es Miembro del COI desde octubre de 1965, participando activamente tanto en los acuerdos internacionales sobre el aceite de oliva y las aceitunas de mesa como en los grupos de trabajo constituidos para el seguimiento de las actividades del organismo. Durante 2018 ostentará la presidencia del COI.

 

Fuente: Informe del Consejo Oleícola Internacional (COI)

Leer Más