Los productores europeos y diversas industrias instan a retrasar la entrada en vigor del Reglamento de Deforestación
Las organizaciones abajo firmantes, que representan a los productores primarios europeos y a diversas industrias en el ámbito del Reglamento Europeo contra la Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés) apoyan plenamente el objetivo de erradicar la deforestación y la degradación forestal. Reconocemos la importancia de los bosques mundiales para combatir el cambio climático, preservar la biodiversidad y garantizar materias primas y cadenas de suministro sostenibles, así como nuestra responsabilidad de preservarlos. Sin embargo, a menos de 100 días de la entrada en vigor de las obligaciones para operadores, comerciantes y autoridades competentes, seguimos enfrentándonos a graves incertidumbres jurídicas y de mercado. Durante meses, los operadores y comerciantes han expresado su preocupación por la viabilidad práctica del EUDR y han pedido a la Comisión Europea y a los Estados miembros que aclaren tanto los requisitos generales del Reglamento como las cuestiones específicas de los productos básicos. Todos los agentes de la cadena de suministro necesitan esta claridad para ajustar sus prácticas de conformidad con el EUDR, pero este ajuste no puede lograrse en el último minuto. Está claro que ha llegado el momento de prepararse adecuadamente y que se pide a nuestras industrias que cumplan sus obligaciones en un plazo más breve del que se ha exigido nunca a cualquier otro sector industrial que se enfrente a una legislación comunitaria comparable.
Estudio Sistema de Comercio de Emisiones Agrícolas (AgETS)
Recientemente ha tenido lugar una reunión para presentar un estudio sobre el Sistema de Comercio de Emisiones Agrícolas (AgETS) donde han participado representantes de la DG CLIMA y la DG AGRI. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con el fin de atajar el cambio climático es un imperativo de la sociedad en su conjunto, en la que el sector agropecuario cumple una función decisiva. Si bien la intensidad de las emisiones del sector agrario (emisiones de GEI por kilogramo de producto) ha disminuido notablemente en las últimas décadas, cabe recordar que el sector funciona dentro de un sistema abierto compuesto por suelos, plantas y animales; por lo tanto, la descarbonización del sector plantea retos únicos. La complejidad excepcional de este sector requiere un planteamiento diferente al de los demás sectores. Christian Holzleitner (DG CLIMA) ha defendido que los agricultores deben de tener la oportunidad para invertir de manera regulada y así poder obtener beneficios propios y para la sociedad. La transición en pos de prácticas agropecuarias hipocarbónicas necesitará tiempo e ingentes inversiones. Sin embargo, en algunos sectores tan solo se podrá lograr una reducción de las emisiones limitada. Las recientes manifestaciones de agricultores en toda la Unión Europea pusieron de manifiesto la frustración ante las numerosas dificultades añadidas y la pérdida de ingresos que sufre esta profesión. Es de vital importancia que la Comisión Europea tome en consideración el contexto actual y se abstenga de imponer restricciones insostenibles para los agricultores y ganaderos. Las principales cuestiones todavía sin resolver son quién financiará estos empeños y cómo lograr la descarbonización.
Un estudio comprueba que las cubiertas vegetales reducen un 75% la erosión del olivar
Los suelos agrícolas sostienen la vida con la producción de alimento, pero también tienen un papel esencial frente al cambio climático. Actúan como sumideros de carbono almacenando grandes cantidades de carbono y reduciendo su concentración en la atmósfera. En suelo, ese carbono, es el principal indicador de su fertilidad, por lo que un aumento de la concentración de este elemento implicaría más alimento y un aire más limpio. En el olivar mediterráneo se dan altas tasas de erosión debido a una tormenta perfecta: un clima con episodios de lluvias intensas, la orografía de muchos olivares de montaña con pendientes elevadas y la labranza convencional que deja el suelo desnudo, fomentando la escorrentía, el arrastre de suelo y, con él, la pérdida de carbono orgánico asociado al sedimento. Con el objetivo de conocer si las cubiertas vegetales son una buena estrategia para frenar la pérdida de carbono orgánico del suelo por erosión, un equipo coordinado por el investigador del grupo de investigación de la UCO, Francisco Márquez, ha analizado durante cuatro años los efectos de las cubiertas vegetales en la pérdida de carbono orgánico del suelo en comparación con el uso del laboreo convencional, tal y como recoge Agrónoma.
Expertos se reunirán en el COI para analizar el papel del olivar frente al cambio climático como dispositivo permanente de CO2
El cambio climático es indiscutiblemente uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad en todo el mundo en el siglo actual. Está afectando rápidamente nuestra forma de vida todos los días, convirtiendo la búsqueda urgente de soluciones a esta amenaza en un tema prioritario de la agenda internacional. Las Naciones Unidas han establecido una serie de objetivos climáticos que están dirigidos en gran parte a reducir las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) para evitar que nuestro planeta se sobrecaliente. Una tarea que requiere la aportación y el esfuerzo de todos los sectores de la sociedad, según explican desde el Consejo Oleícola Internacional (COI).
Secuenciado el genoma completo de la vid
Una investigación internacional en la que participa el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València, consigue completar las versiones 4 y 5 del genoma de referencia de la vid (vitis vinifera) en las que se encuentran una gran cantidad de genes relacionados con la respuesta al estrés por plagas, por la falta de agua o genes determinantes de la capacidad aromática de los frutos, según recoge Dicyt. La información obtenida permitirá diseñar el viñedo del futuro más resistente al cambio climático que amenaza gravemente a la industria del vino. Estos trabajos han sido publicados en las revistas Horticulture Research y G3 Genes|Genomes|Genetics.