El secuestro de carbono, una nueva fuente de ingresos para las explotaciones andaluzas
La agricultura de conservación es una práctica cada vez más extendida en Andalucía, ya que mejora la materia orgánica del suelo, reduce los costes y puede incrementar las producciones. Hasta ahora, los agricultores que optaban por estas prácticas no recibían ningún ingreso adicional por su valiosa contribución a la mitigación del cambio climático, pero ¿y si fuera posible cobrar por descarbonizar? Ante un nuevo modelo de PAC que profundiza en el carácter medioambiental de esta política, obtener unos ingresos adicionales por el secuestro de CO2 puede resultar muy interesante para todos los agricultores. Por este motivo, ASAJA-Sevilla celebró la semana pasada la Jornada “La Nueva PAC 2023-2027: Rentabilizando la Agricultura de Carbono”, en la que se han abordado ambas cuestiones.
Nueva investigación sobre los efectos del cambio climático en el olivar
El cambio global supone posiblemente el mayor reto al que se ha enfrentado la humanidad en su historia. Andalucía, por su especial ubicación geográfica, constituye un punto caliente en lo que a biodiversidad y riqueza de ecosistemas se refiere, pero también es una región especialmente sensible al cambio global y sus efectos, tal y como recoge Olimerca. Consciente de esta realidad, desde la Consejería de Agricultura, y dentro de la iniciativa LIFEWATCH-ERIC, se ha promovido la creación de una infraestructura para la investigación de la evolución de la biodiversidad y los ecosistemas en el contexto del cambio global, por medio del proyecto INDALO.
Estudio sobre el potencial de cultivos mediterráneos como el olivo para fijar el carbono

Los cultivos españoles necesitan un 21% más de agua que hace un siglo
Las necesidades hídricas de la agricultura en España se han incrementado más de un 21% entre 1922 y 2016 en España debido al cambio climático y a la industrialización, según un estudio en el que han participado investigadores de la Escuela Técnica superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (Etsiaab) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que recoge Agrónoma. El trabajo, publicado en la revista «Science of the Total Environment», propone un nuevo indicador denominado «agua violeta» para medir el estrés hídrico, que se ha visto incrementado en un 30% en ese mismo periodo. «En las últimas décadas ha crecido la preocupación por el futuro impacto del cambio climático en la producción agrícola, siendo uno de los principales puntos calientes el consumo de agua y su creciente escasez, que, según las previsiones, afectará especialmente a la cuenca del Mediterráneo. Consecuentemente, está creciendo el interés científico tanto a nivel nacional como internacional sobre la huella hídrica del sector agrario», explica Eduardo Aguilera, investigador del Departamento de Química y Tecnología de los Alimentos de la Etsiaab y uno de los participantes en este trabajo.
Injustificada agresión del presidente Sánchez a los ganaderos
Una nueva vuelta de tuerca del Gobierno de Pedro Sanchez hacia el sector agrario español. Sus declaraciones, en la presentación de su Plan 2050, en contra de los hábitos de consumo de los españoles, recomendando reducir la ingesta de carne y culpando al sector de contribuir a una “catástrofe medioambiental sin precedentes” han indignado al sector agrario y en especial a los ganaderos españoles. Todavía “tocados” por los efectos que la pandemia de Covid-19 ha dejado en el sector ganadero español, los profesionales ganaderos reciben una nueva embestida esta vez de manos del presidente del Gobierno. El furibundo ataque de Pedro Sanchez contra el consumo de carne y sus acusaciones culpando a la ganadería de ser uno de los principales responsables de los impactos ambientales constituyen un duro agravio para el sector agrario, un sector económico fundamental para nuestro país y que, como ha sido reconocido por el propio Gobierno, cumple con la labor esencial de proporcionar alimentos sanos y seguros a la sociedad.