Eliminación de los restos de poda de olivar

El “barrenillo”, “pulgón” o “palomilla”, Phloesotribus scarabaeoides, es un insecto que puede causar graves daños en zonas cercanas a los núcleos de población rural donde se almacena leña procedente de la poda. Ahí o en árboles debilitados realiza la fase de reproducción, lo que hace de esta leña un foco de infestación desde donde los nuevos adultos invaden los olivares más próximos. Existe un método sencillo, económico y eficaz de lucha contra este insecto, que consiste en guardar totalmente cerrados la leña de poda, una vez que el insecto haya realizado la puesta.  A continuación hacemos una breve reseña de la normativa reguladora con relación a dicho insecto y que está vigente en la actualidad:

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Los restos de poda deberán estar guardados desde el 1 de mayo para evitar el barrenillo

De acuerdo a lo dispuesto en el artículo 4º de la Orden de la Consejería de Agricultura y Pesca de fecha 2 de noviembre de 1982 (BOJA nº 23), por la que se determinan las normas a seguir en el cumplimiento de la legislación vigente sobre el “barrenillo” o “palomilla” (Phloeotribus scarabaeoides), les recordamos, con el objeto de garantizar la sanidad vegetal del cultivo del olivar:

-Los restos de poda de olivos que no fueron destruidos en el propio olivar por el fuego o por trituración deben estar guardados en lugares herméticamente cerrados  como son: leñeras de obra civil, zanjas, trinchera o albercas cubiertas por agua. Los restos, según la normativa, deben estar guardados desde el próximo 1 de mayo de 2017. No se pueden abrir hasta los primeros días del próximo mes de noviembre.

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