Control de las enfermedades de la madera de la vid en el momento de la poda
Con la parada vegetativa del cultivo avanzan las labores de poda y con ello uno de los momentos más críticos para las infecciones de las denominadas enfermedades de la madera de la vid, tal y como explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de Andalucía. Los hongos patógenos causantes de este conjunto de patologías se encuentran en plantas enfermas o muertas y en restos de poda, aunque también pueden sobrevivir en el suelo y en otros cultivos leñosos. Se dispersan preferentemente de forma aérea (viento, lluvia, antrópodos y herramientas de poda), penetrando por las heridas de poda, convirtiéndose en la principal vía de entrada de las esporas, siendo las horas posteriores a la poda las más susceptibles a la infección. Sin embargo, algunos hongos del suelo infectan a las plantas a través de las raíces. Como característica común, estas enfermedades producen una alteración interna de la madera de la planta, ya sea por necrosis o pudrición seca, provocando una reducción del desarrollo y menor vigor, ausencia o retraso de la brotación, acortamiento de entrenudos, clorosis en hojas y/o marchitez y un decaimiento general que puede acabar con la muerte de la planta.