Un estudio comprueba que las cubiertas vegetales reducen un 75% la erosión del olivar
Los suelos agrícolas sostienen la vida con la producción de alimento, pero también tienen un papel esencial frente al cambio climático. Actúan como sumideros de carbono almacenando grandes cantidades de carbono y reduciendo su concentración en la atmósfera. En suelo, ese carbono, es el principal indicador de su fertilidad, por lo que un aumento de la concentración de este elemento implicaría más alimento y un aire más limpio. En el olivar mediterráneo se dan altas tasas de erosión debido a una tormenta perfecta: un clima con episodios de lluvias intensas, la orografía de muchos olivares de montaña con pendientes elevadas y la labranza convencional que deja el suelo desnudo, fomentando la escorrentía, el arrastre de suelo y, con él, la pérdida de carbono orgánico asociado al sedimento. Con el objetivo de conocer si las cubiertas vegetales son una buena estrategia para frenar la pérdida de carbono orgánico del suelo por erosión, un equipo coordinado por el investigador del grupo de investigación de la UCO, Francisco Márquez, ha analizado durante cuatro años los efectos de las cubiertas vegetales en la pérdida de carbono orgánico del suelo en comparación con el uso del laboreo convencional, tal y como recoge Agrónoma.
Aplican un modelo matemático para priorizar las funciones de las dehesas
Un equipo de investigación del Centro Camino de Purchil del IFAPA en Granada y la Universidad Politécnica de Cartagena ha concluido que la sostenibilidad medioambiental es prioritaria para los ciudadanos andaluces que viven en los territorios con dehesas. Para ello, han aplicado un modelo matemático que utiliza estadísticas y opiniones de expertos y de la sociedad para evaluar todas las funciones que desempeña este espacio natural. Las dehesas son ecosistemas agroforestales característicos del sur de España y Portugal formados por bosques de encina y alcornoque, combinados con pastizales donde se cría el ganado y se realizan actividades agrícolas. Además, en las últimas décadas ha cobrado gran importancia su explotación como espacio educativo, cultural, de ocio y turismo.
Andalucía impulsa ayudas agroambientales por primera vez desde el inicio del marco de la PAC
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural (CAPADR), Carmen Crespo, ha puesto en valor hoy en su comparecencia en la Comisión de la CAPADR del Parlamento de Andalucía que “los agricultores y ganaderos andaluces cuentan por primera vez con ayudas agroambientales el primer año de un nuevo marco de la Política Agraria Común (PAC)”. La normativa, además, “se ha publicado en tiempo récord y con seguridad jurídica, ya que hemos cerrado su tramitación completa una vez que ha estado publicada toda la normativa nacional reguladora de la PAC”, que concluyó el 1 de marzo de 2023. Carmen Crespo ha subrayado que, “pese al solapamiento de prácticas medioambientales impuesto por el Plan Estratégico de la PAC (Pepac) impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España y pese al recorte de un 20% del presupuesto de la UE a la PAC, hemos mantenido el peso económico de las ayudas agroambientales en nuestra tierra, una muestra clara de nuestro compromiso y apuesta por estas subvenciones”.
Ganadería extensiva: carácter ambiental y capacidad para fijar la población
La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, ha inaugurado la XI Escuela de Pastores de Andalucía. Crespo ha subrayado la capacidad de la ganadería extensiva para “fijar la población a las zonas rurales” e incidir en las zonas de montaña, que en Andalucía suponen el 15% del territorio. “Además, el pastoreo conducido es fundamental para evitar incendios”, ha añadido, apostando por “volver a las profesiones que se desarrollaban antaño en las zonas forestales y tenerlas así en las mejores condiciones”. En su intervención, Crespo ha rechazado que la ganadería sea una fuente de emisiones y ha resaltado el carácter ambiental de la actividad extensiva al fomentar la existencia de pastos para la alimentación . “Las ayudas agroambientales a la ganadería extensiva refuerzan que es sumidero de CO2”, ha aseverado.