Salida de adultos de barrenillo de las leñeras
La incidencia de barrenillo, Phloeotribus scarabaeoides, sobre el cultivo es escasa, no observándose brotes afectados en los muestreos realizados, salvo en aquellos olivares próximos a cascos urbanos y en zonas con leñeras dispersas en el campo, donde esta plaga muestra una mayor actividad, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). En el resto de olivares, su presencia es muy esporádica, limitándose a árboles debilitados.
Oídio en el cultivo de la vid
Hasta la fecha no se ha reportado incidencia alguna de oídio (Uncinula necator) de la vid en ninguna de las parcelas muestreadas en cada provincia andaluza, según nos recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). No obstante, y dada las actuales condiciones meteorológicas y el estado fenológico de algunas parcelas más adelantadas, con variedades sensibles como Chardonnay, Palomino, Pedro Ximenez, Verdejo, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, etc, se deberá de extremar el seguimiento en estas parcelas. Los factores meteorológicos que condicionan el desarrollo de este hongo son la temperatura y la humedad, y en menor medida, la insolación (cantidad de energía solar recibida por superficie). Alrededor de los 15ºC empieza a ser favorable para su desarrollo vegetativo y su expansión, alcanzando el óptimo de temperatura entre los 25 y los 28ºC, deteniéndose su desarrollo a los 35ºC, y siendo letales si se superan los 40ºC. La humedad ambiental influye en su desarrollo en menor medida que la temperatura. Humedades relativas altas favorecen la germinación de las conidias, y al contrario que ocurre con el Mildiu (Plasmopara viticola), las lluvias abundantes frenan su desarrollo, al producirse el lavado del micelio de la superficie del tejido vegetal infectado.
Satélites para anticipar la amenaza de la mosca del olivo
La mosca del olivo sigue siendo una de las grandes amenazas para el olivar, especialmente en un escenario de clima cambiante e impredecible. Si hace escasamente un mes informábamos en este boletín sobre un nuevo método más efectivo para controlar la mosca del olivo desarrollado por la Universidad de Córdoba, ahora es la Agencia Espacial Europea (ESA) la que ha diseñado una herramienta que podría revolucionar el control de esta plaga. Según recoge Olive Oil Times y se hace eco Olimerca, el equipo de investigadores de la ESA ha desarrollado un modelo basado en datos satelitales diarios y biología del olivo, capaz de detectar condiciones favorables para la aparición de la plaga con un nivel de precisión sin precedentes. Durante una conferencia celebrada recientemente en la sede que la Agencia Espacial Europea posee en la ciudad italiana de Frascati, el investigador Luigi Ponti (ENEA) explicó que «no se trata de adivinar cuándo aparecerá la mosca, sino de saber dónde y cuándo se dan las condiciones que la favorecen».
Incidencia de la Euzophera pinguis en el cultivo del olivo
En el cultivo del olivar, la presencia de la Euzophera pinguis es constante durante todo el año en sus distintos estados biológicos de desarrollo, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). Los adultos comienzan a aumentar su presencia a partir del mes de marzo, en función de las condiciones climáticas, que son las que determinan su actividad. La población alcanza su máximo entre finales de abril y principios de mayo (según la zona y las condiciones ambientales), para luego descender y prácticamente desaparecer durante los meses estivales. Este periodo se conoce como vuelo de primavera. A finales del verano y comienzos del otoño se produce nuevamente un aumento poblacional, dando lugar a un nuevo vuelo, conocido como vuelo de otoño, el cual presenta una menor intensidad en comparación con el de primavera. De este modo, se identifican dos generaciones anuales. El adulto prefiere realizar las puestas en lugares protegidos como grietas en la corteza, uniones de las ramas con el tronco, heridas de poda o causadas por aperos, aperturas de la corteza originadas por el brote de yemas latentes, uniones de injertos, la base del tronco en olivos jóvenes, e incluso en zonas donde existen galerías y restos de serrín de generaciones anteriores.
Prácticas de manejo integrado de algodoncillo en el cultivo del olivar
Como consecuencia del notable incremento de las poblaciones de algodoncillo (Euphyllura olivina) en numerosas comarcas olivareras de Andalucía en los últimos años, motivado por distintas causas que aún no se conocen con certeza y que está produciendo daños relevantes en algunos puntos, se aconseja, según nos explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), la consulta de la Guía de manejo de esta plaga con información sobre la misma y recomendaciones para su gestión.