Modificación del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos
El Consejo de Ministros aprobó ayer, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, un real decreto que incorpora nuevas normas y la simplificación de algunas medidas del real decreto de nutrición sostenible de los suelos agrarios de 27 de diciembre de 2022. Se modifican los artículos relativos al cuaderno de explotación, el plan de abonado y sobre el uso de estiércoles y abonos orgánicos. En concreto, se incluyen ciertos incentivos para el uso del cuaderno digital, ya que no tendrá carácter obligatorio, y se especifica la información del plan de abonado que debe incluirse en el cuaderno de explotación, uno de cuyos puntos clave es la determinación de la dosis. Además de incorporar una redacción más clara de las disposiciones relativas a la reducción de la emisión de amoniaco, se tienen en cuenta otras tecnologías que permiten reducir el riesgo de lixiviación (extracción de una sustancia de un material sólido).
Guía doméstica para medir la calidad de los suelos
Cómo saber si un suelo es más fértil que otro. Éste es el reto en el que trabaja el proyecto ‘Microfauna: Los secretos del suelo’ donde investigadoras de la Universidad de Sevilla, junto con estudiantes del IES Virgen de Valme (Dos Hermanas) y asociados de Enredaos con la tierra (La Puebla del Río) se han convertido en científicos-ciudadanos para elaborar una guía destinada a público no experto que determine la calidad de los suelos mediante la medición de su biodiversidad y su capacidad de descomponer la materia orgánica. Esta iniciativa forma parte del proyecto ‘Andalucía + ciencia ciudadana’, impulsado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y coordinado por Fundación Descubre y la Universidad Pablo de Olavide, que pretende potenciar la utilización de este abordaje científico participativo entre distintos agentes de la región. En concreto, supone la implicación activa de una comunidad para dar respuesta a un problema cercano con acciones basadas en el conocimiento, en este caso la conservación de un recurso desconocido como el suelo.
Identifican un gen de un hongo que regula el cobre de las plantas en suelos contaminados
Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC, Granada) ha identificado un gen de un hongo del suelo asociado a las raíces y que mejora el crecimiento de las plantas tanto en entornos contaminados con cobre como en deficientes en este nutriente. Estos microorganismos poseen la capacidad de ‘filtrar’ este metal pesado, esencial para la fotosíntesis vegetal, para aportárselo a la planta cuando hay escasez. Así mismo, puede ‘ajustar la dosis’ para no perjudicarlas cuando hay exceso del mismo en el terreno. Las investigadoras se centran en uno de los hongos del suelo que regulan la disponibilidad de cobre para la planta, el hongo micorrícico arbuscular Rhizophagus irregularis, cuyo genoma no está totalmente estudiado en la actualidad. Por tanto, se desconoce cómo éste ejerce algunas de sus funciones biológicas. El trabajo de las investigadoras identifica y arroja luz sobre cómo opera uno de estos genes. Así, con esta información, podría desarrollarse un marcador molecular que permita identificar hongos micorrícicos, es decir, que estén asociados con la planta en una relación simbiótica de beneficio mutuo, más eficientes para regular el cobre que adquieren los vegetales. Asimismo, podrían emplearse como biofertilizantes y bioprotectores que mejoren las estrategias de cultivo.
Los microplásticos modifican la biodiversidad bacteriana en suelos agrícolas
Un equipo de investigación de la Universidad de Almería y la Universidad Politécnica de Cartagena ha comprobado que los microplásticos modifican la biodiversidad de hongos y bacterias en suelos agrícolas. Los expertos se han centrado en analizar estas comunidades que habitan en ecosistemas de cultivo con cubiertas plásticas en fincas convencionales y ecológicas en los últimos 25 años. De este modo, han confirmado que este tipo de residuos, así como los restos de pesticidas, afectan de forma negativa a la mayoría de estos microorganismos, que participan en procesos biológicos para mantener la fertilidad y la salud del suelo. Los acolchados plásticos se utilizan en la agricultura para reducir el consumo de agua de riego, al reducirse la evaporación del agua aplicada, reducir el crecimiento de malas hierbas, controlar la temperatura del suelo, y aumentar la eficiencia en el crecimiento de las plantas. Éstas suelen estar elaboradas de materiales plásticos como el polietileno de baja densidad (LDPE), el polietileno de alta densidad (HDPE) o el polipropileno, conocidos por su durabilidad, resistencia a la intemperie, a la radiación solar y otras condiciones específicas del entorno agrícola.
Un proyecto nacional evalúa la salud de los suelos
La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, a través de la Fundación Descubre, entidad presidida por el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, participa en el proyecto de ciencia ciudadana ‘Vigilantes del suelo’, que involucra a comunidades, asociaciones y particulares en la creación de un mapa nacional para mostrar la salud del suelo en España. Los participantes recogerán y analizarán muestras de suelo de sus entornos locales para configurar un mapa accesible a todo tipo de público, no solo para la comunidad científica. De esa manera, el proyecto cumplirá su objetivo de empoderar a la ciudadanía hacia una mayor participación en la toma de decisiones sociales y políticas más sostenibles en sus entornos de vida. Fundación Descubre, la entidad especializada en divulgación y comunicación científica de Andalucía, lidera el proyecto en la región, por lo que se encargará de su ejecución en el territorio y coordinará a los 25 agentes participantes. En este sentido, ha repartido kits de monitoreo para la recogida de muestras distribuidos por todas las provincias entre centros educativos de primaria y secundaria, universidades y familias.