Durante los últimos cinco años, el consumo de aceite de oliva ha caído 1,4 litros por persona y el gasto se ha incrementado en 4,4 euros per cápita. En el periodo 2014-2018, el consumo más elevado se produjo en el año 2014 (9,2 litros), mientras que el mayor gasto tuvo lugar en el ejercicio 2016 (30,9 euros por consumidor), según el informe que la agencia estatal Mercasa elabora anualmente basándose en la información aportada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a través de los Paneles de Consumo Alimentario. En la familia de aceite de oliva, la evolución del consumo per cápita durante el periodo 2014-2018 ha sido diferente para cada tipo de producto. Respecto a la demanda de 2014, el consumo de aceite virgen extra experimenta un ligero aumento, descendiendo por el contrario el de aceite virgen, si bien se advierte una recuperación en los dos últimos años.