La Universidad de Córdoba y la empresa Sovena avanzan en la consolidación de un método pionero de clasificación de aceite de oliva, según recoge la Oleorevista. Basado en el aprovechamiento de la Espectrometría de Movilidad Iónica (IMS), este nuevo sistema, en el que trabajan desde 2011, es un método analítico claramente complementario al actual panel de catas del que depende la clasificación del aceite de oliva, cuya incorporación contribuye a agilizar la obtención de resultados para determinar si un aceite es virgen extra (AOVE), virgen (AOV) o lampante (L), a incrementar el volumen de muestras analizadas y a minimizar los elementos subjetivos derivados de las catas. La metodología, desarrollada por un grupo de investigación perteneciente al Departamento de Química Analítica de la Universidad de córdoba, liderado por Lourdes Arce, ha sido testada con un porcentaje de acierto en la clasificación del 90%, lo que ha permitido a Sovena incorporar hace dos años este sistema a sus procesos de clasificación de aceites y aprovechar su eficiencia. De hecho, la metodología basada en el uso de la IMS aporta numerosas ventajas al proceso, pues tiene la capacidad de detectar compuestos volátiles a muy baja concentración; y permite analizar un gran número de muestras de forma simple, rápida, a bajo coste y sin tratamiento previo de la muestra.
El proyecto dibuja un mapa de diversificación en el que se contemplan 8 países diferentes y, en el caso concreto del olivar, pone el punto de mira en el olivar jiennense. El terreno de experimentación sobre el que se validarán los beneficios de la introducción de cultivos en lo que era monocultivo se encuentra en Torredelcampo (Jaén), tiene un diseño tradicional con marcos de 12 x 12 metros repartidos por 3 hectáreas y está atravesado por grandes cárcavas que dejan al descubierto las raíces de unos olivos de porte firme de la variedad Picual. El manejo actual incluye un intenso laboreo, suelo desnudo, fertilizante mineral, pesticidas y herbicidas./p>