Se asocia la alimentación de España a una ‘dieta mediterránea’, pero no en todas las zonas del país se da la misma importancia a unos alimentos que a otros ni tienen el mismo valor dentro de la alimentación de los españoles, tal y como recoge Leonoticias. La dieta mediterránea, la más conocida fuera de las fronteras del país, tiene como base la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono como pueden ser el arroz o la pasta. También se basa en un alto consumo de frutas, verduras y grasas de calidad como la que aporta el aceite de oliva. Por su parte, la dieta atlántica apuesta por ingredientes de base como las verduras, las hortalizas y las legumbres. Se inclina más por el pescado y el marisco y con elaboraciones a partir de la plancha y el vapor.
Una de las principales diferencias es el consumo de hidratos de carbono en la dieta mediterránea y de un mayor consumo de proteínas de alta calidad en la dieta atlántica. En este último caso y al ser una dieta asociada a Galicia se incrementa el consumo de pescado y marisco.
El cambio de la carne por el pescado en la dieta atlántica aumenta el consumo de proteína y además cuenta con grasas insaturadas muy beneficiosas con un menor aporte calórico.
Por otro lado, en la dieta atlántica se consume más carne roja, pero en menor proporción que pescado.
La preparación de los alimentos también es una diferencia. Por ejemplo, en la dieta atlántica uno de los acompañamientos más comunes son las patatas, pero en su mayoría cocidas, huyendo así de los fritos.
