Aumenta el consumo de aceite de oliva

Durante los últimos cinco años, el consumo de aceite de oliva se ha incrementado en 0,2 litros por persona, si bien el gasto se ha reducido en 4,5 euros per cápita. En el periodo 2017-2021, el consumo más elevado se produjo en el año 2020 debido al impacto de la pandemia del COVID-19 (8,9 litros), mientras que el mayor gasto tuvo lugar en el ejercicio 2017 (30,1 euros por consumidor). Según el informe que la agencia estatal Mercasa elabora anualmente basándose en la información aportada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a través de los Paneles de Consumo Alimentario, y que recoge Mercacei, en la familia de aceite de oliva, la evolución del consumo per cápita durante el periodo 2017-2021 ha sido diferente para cada tipo de producto. Respecto a la demanda de 2017, el consumo de aceite de oliva virgen extra experimenta un aumento considerable, mientras que el de aceite virgen también se eleva ligeramente con un comportamiento diferencial en el año 2020 motivado por los efectos del COVID-19.

Durante el año 2021 los hogares españoles consumieron 357,5 millones de litros de aceite de oliva y gastaron 1.183,3 millones de euros en este producto. En términos per cápita, el consumo alcanzó 7,7 litros y el gasto ascendió a 25,6 euros.

El consumo más elevado corresponde al aceite de oliva no virgen (4,0 litros por persona y año), seguido del aceite de oliva virgen (3,7 litros per cápita). En cuanto al gasto, el aceite de oliva virgen concentra el 55,1%, con un total de 14,1 euros por persona, mientras que el aceite de oliva no virgen supone el 44,9% restante con un total de 11,5 euros por persona.

En términos per cápita, el consumo de aceite de oliva durante 2021 presenta distintas particularidades. Así, los hogares de clase alta y media-alta son los que cuentan con el consumo más elevado, mientras que los de clase media-baja presentan el consumo más reducido. Los hogares sin niños consumen más cantidad de aceite de oliva, mientras que los consumos más bajos se registran en los hogares con niños menores de seis años.

Asimismo, los hogares formados por una sola persona muestran los consumos más elevados de aceite de oliva, que se reducen a medida que aumenta el número de miembros en el hogar. Si atendemos a la tipología de hogares, se observan desviaciones positivas con respecto al consumo medio en el caso de retirados, adultos independientes y parejas adultas sin hijos, mientras que los consumos más bajos tienen lugar entre las parejas con hijos pequeños, las parejas jóvenes sin hijos, las parejas con hijos mayores, los jóvenes independientes y en los hogares monoparentales.

Según los datos de Mercasa, si la persona encargada de realizar la compra no trabaja, el consumo de aceite de oliva es superior. Del mismo modo, en los hogares donde la encargada de la compra es una persona de más de 65 años el consumo de aceite de oliva es más elevado, mientras que en aquellos donde la compra es realizada por una persona menor de 35 años la demanda es más reducida.

Por otra parte, los consumidores que residen en las grandes ciudades (más de 500.000 habitantes) cuentan con mayor consumo per cápita de aceite de oliva, mientras que los menores consumos se registran en los núcleos de población con censos por debajo de 2.000 habitantes.

Por Comunidades Autónomas, Galicia, Navarra y Baleares concentran los mayores consumos, mientras que la demanda más reducida se localiza en Extremadura, la Región de Murcia, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.

Por último, y en lo que se refiere al lugar de compra, en 2021 los hogares recurrieron mayoritariamente a los supermercados (59,1% de cuota de mercado) y a los hipermercados (25,9%) para adquirir aceite de oliva, muy por delante del comercio electrónico (4,0%), los economatos y cooperativas (1,9%), los establecimientos especializados (1,5%) y el resto de formas comerciales, que acapararon el 7,6% restante.

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