La dieta mediterránea es un seguro de salud. Y ésta es un afirmación tan manida que induce a sospechas, como aquella de que un vaso de vino o de cerveza al día es bueno para el organismo, y que ya está bastante superada por la evidencia científica. Para desterrar dudas el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC) dedica una de sus investigaciones a esclarecer cómo actúan elementos presentes en la alimentación de este rincón del mundo frente a enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, tal y como recoge La Verdad.
El objetivo, más concreto, es conocer el efecto de los polifenoles, como se conoce a los componentes de los productos mediterráneos en los que se centra el trabajo. Se trata, según precisa un poco más el doctor Antonio González Sarrías, «de evaluar si los metabolitos que alcanzan el torrente sanguíneo (metabolitos circulantes) son los responsables de los efectos neuroprotectores» atribuidos a esta dieta.
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