El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) ha trascendido su papel en la dieta mediterránea para convertirse en un pilar de la alta cocina. Este preciado aceite aporta un sabor distintivo y una calidad nutricional superior, transformando platos sencillos en obras maestras culinarias. El AOVE es increíblemente versátil y se utiliza en una variedad de técnicas y platos. Desde aliños y marinados hasta su uso en postres dándole un toque de frescura y sabor únicos. Según Cotobajo, «el AOVE se utiliza para añadir un toque de frescura y sabor» a una amplia gama de preparaciones, lo que realza el perfil gustativo de los alimentos. María José San Román, chef del prestigioso restaurante Monastrell, destaca la importancia de los aceites monovarietales en la cocina de alta gama. Estos aceites, elaborados a partir de una sola variedad de aceituna, permiten una personalización del sabor que puede llevar un plato a otro nivel. Cada varietal ofrece características únicas que pueden ser aprovechadas para resaltar o complementar ciertos ingredientes. Por ejemplo, la variedad picual es ideal para freír debido a su alta estabilidad a temperaturas elevadas, mientras que la cornicabra combina perfectamente con platos de patata.
En la alta cocina, el AOVE se incorpora en técnicas innovadoras para preservar su calidad y sabor. En Monastrell, por ejemplo, se ha modificado la técnica tradicional del sofrito, añadiendo el AOVE al final del proceso para mantener sus propiedades intactas. Además, el tomate se tritura y emulsiona con el aceite en lugar de freírlo, creando una salsa de tomate con un perfil de sabor superior. El uso del AOVE en la alta cocina también está respaldado por sus beneficios nutricionales. Rico en antioxidantes y vitaminas, este aceite es un aliado para una alimentación saludable. Además, el cultivo de olivos contribuye a la sostenibilidad ambiental, ya que estos árboles actúan como sumideros de carbono y previenen la erosión del suelo.
A pesar de sus numerosos beneficios, el AOVE enfrenta desafíos en su uso generalizado. La falta de conocimiento sobre sus variedades y particularidades puede llevar a un uso inapropiado que compromete su sabor y calidad. Es crucial educar a los cocineros y consumidores sobre la correcta selección y conservación del AOVE. Un buen aceite debe estar libre de defectos como notas de moho o rancio, y debe ser almacenado adecuadamente para preservar sus propiedades.
El AOVE es más que un simple aceite; es un componente fundamental en la alta cocina que ofrece una riqueza de sabores y beneficios para la salud. Su correcta utilización y apreciación pueden transformar platos ordinarios en experiencias culinarias excepcionales. Al integrar el AOVE en la alta gastronomía, no solo se enriquece la cocina, sino que también se promueve una alimentación más saludable y sostenible. La versatilidad del AOVE permite a los chefs experimentar con nuevas técnicas y sabores, elevando la experiencia gastronómica a niveles insospechados.
Además, es importante resaltar que la calidad del AOVE depende en gran medida de su proceso de producción. La extracción en frío, por ejemplo, es una técnica que garantiza que el aceite mantenga sus propiedades organolépticas y nutricionales. Esta técnica implica la extracción del aceite a temperaturas inferiores a 27 grados Celsius, lo que ayuda a conservar los antioxidantes y las vitaminas presentes en las aceitunas. Este proceso también contribuye a la intensidad de los sabores, permitiendo que el aceite mantenga un perfil de sabor más complejo y aromático, ideal para su uso en platos de alta cocina. Otro aspecto a considerar es la trazabilidad del AOVE. Conocer el origen de las aceitunas y el proceso de producción del aceite puede garantizar una mayor calidad y autenticidad del producto. Los chefs de alta cocina valoran enormemente esta transparencia, ya que les permite seleccionar los aceites más adecuados para cada creación culinaria. Esta atención al detalle y la selección cuidadosa del AOVE contribuyen significativamente a la excelencia de la gastronomía de autor.
Finalmente, el AOVE no solo es un aliado en la cocina, sino también en la salud de quienes lo consumen. Estudios han demostrado que el consumo regular de AOVE puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes. Estos compuestos ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el colesterol bueno (HDL), mejorando así la salud cardiovascular. Por otro lado, los antioxidantes presentes en el AOVE, como la vitamina E y los polifenoles, tienen propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas, contribuyendo a una mejor salud general.
El Centro de Interpretación Olivar y Aceite anuncia la V edición de las Jornadas Virgen Extra, Patrimonio Saludable. Este evento bienal, que se celebrará el 26 de septiembre en la Ermita Madre de Dios, tiene como objetivo destacar las virtudes del aceite de oliva virgen extra. Las jornadas abordarán cuatro áreas fundamentales:
- Salud: Con ponentes de relevancia en medicina preventiva y salud pública.
- Experiencia: Explorando la riqueza sensorial y cultural del aceite de oliva.
- Innovación: Descubriendo las últimas tendencias y avances en la industria.
- Gastronomía: Celebrando la versatilidad culinaria del aceite de oliva virgen extra.
Además, la edición tendrá un carácter benéfico, al igual que años anteriores, el coste de la inscripción se destinará a una ONG.