La Dieta Mediterránea frente a las enfermedades cardiovasculares

Desde hace años es sabido que la alimentación juega un papel fundamental a la hora de cuidar nuestra salud y reducir las posibilidades de padecer ciertas enfermedades. Una de las fórmulas de alimentación más popularizadas gracias a sus múltiples beneficios es la Dieta Mediterránea, la cual ha sido ahora analizada como uno de los patrones de alimentación saludables que ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Un nuevo estudio realizado en la Escuela Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, publicado en la revista JAMA Internal Medicine y recogido por El Correo de Andalucía, ha descubierto, gracias a un seguimiento nutricional de más de 32 años, que son los patrones alimentarios los encargados de mejorar la salud reduciendo en gran porcentaje las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas.

Esta novedosa investigación se ha centrado en examinar cómo afecta el seguimiento de unos patrones saludables específicos y su relación con el riesgo de padecer diversas enfermedades cardíacas e incluso accidentes cerebrovasculares. El estudio, dirigido por Zhilei Shan, ha seguido cuatro patrones de alimentación saludables: el Índice de Alimentación Saludable 2015 (HEI-2015), el Puntaje Alterno de la Dieta Mediterránea (AMED), el Índice de Dieta Saludable Basada en Plantas (HPDI) y el Índice Alternativo de Alimentación Saludable (AHEI). Estos patrones de alimentación se presentan como distintos modelos o fórmulas a seguir para llegar a tener una dieta sana y equilibrada.

Gracias a la participación de 165.794 mujeres y 43.339 hombres y a los datos dietéticos recopilados durante 32 años de seguimiento, los investigadores pudieron marcar diferentes puntos de análisis como la frecuencia de consumo o tamaño de las raciones de los alimentos que consumían. Con ello, y tras ajustar distintos factores (IMC, edad, consumo de tabaco, etc…) el equipo pudo crear cuatro puntajes dietéticos para cada uno de los participantes, relacionando la puntuación más alta con el seguimiento de uno de los patrones de alimentación saludables antes señalados.

Los resultados de la investigación han sido claros: a una mayor adherencia a alguno de los patrones de alimentación saludables, menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Tanto es así, que algunos pacientes que seguían un patrón de alimentación saludable podían reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular o cerebrovascular entre un 14% y 21% en comparación con los que menos seguimiento hacían de estos patrones.

Por lo tanto, tal y como señalan los expertos, lo importante reside en seguir patrones de alimentación que tengan en cuenta la combinación de alimentos y que cumplan con las preferencias alimentarias y tradiciones culturales de cada persona.

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