La dieta mediterránea se relaciona con cambios en la microbiota

Varios equipos del estudio PREDIMED-Plus sobre dieta Mediterránea y del Centro de Investigación Biomédica en Red CIBER han llevado a cabo un trabajo pionero para comprender mejor la relación entre la dieta mediterránea, la microbiota intestinal y la enfermedad conocida como hígado graso no alcohólico, según recoge Genotipia.com. El estudio, liderado por el grupo de IBIMA Plataforma BIONAND obesidad, diabetes y sus comorbilidades: prevención y tratamiento e integrante del área de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del CIBER (CIBEROBN) ha sido coordinado por Francisco Tinahones, director de la Unidad Clínica de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria y director científico de IBIMA e Isabel Moreno Indias. El hígado graso no alcohólico es una enfermedad cada vez más común en España, que afecta a una gran cantidad de personas. Se produce cuando se acumula grasa en el hígado debido a hábitos alimenticios poco saludables y un estilo de vida sedentario. Lo preocupante de esta enfermedad es que, si no se aborda adecuadamente, puede evolucionar a problemas más graves, como la inflamación del hígado o esteatosis, o la fibrosis hepática. Estas complicaciones pueden tener un impacto significativo en la salud, por lo que es esencial buscar tratamientos efectivos.

En este trabajo, un subestudio de PREDIMED-Plus donde participa también su coordinador Jordi Salas Salvadó, investigador del CIBEROBN en el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y catedrático de la Universitat Rovira i Virgili,  se han evaluado a 297 participantes de los nodos de Málaga y Reus que se agruparon en tres grupos en función de cómo cambiaron los marcadores bioquímicos relacionados con el hígado graso no alcohólico durante un año de intervención con dieta mediterránea.

Los resultados revelaron cambios significativos en el microbioma intestinal en aquellos participantes que experimentaron mejoras más marcadas en los marcadores del hígado graso no alcohólico. Específicamente, los participantes con menor sospecha de afectación hepática mostraron mayores abundancias de ciertas bacterias beneficiosas, en comparación con aquellos con mayor grado de daño hepático.

Además, se encontraron otro tipo de cambios en la microbiota intestinal asociados con cambios en los marcadores bioquímicos. Por ejemplo, aquellos participantes que experimentaron una mejora significativa de índices bioquímicos relacionados con la salud metabólica del hígado y una mejor respuesta a la dieta Mediterránea mostraron una reducción de bacterias relacionadas con procesos inflamatorios y un aumento de bacterias involucradas en la producción de ácidos grasos de cadena corta, los cuales tienen múltiples beneficios, entre ellos, mantener la salud intestinal y reducir el riesgo de enfermedades.

Este tipo de descubrimientos vuelven a resaltar la gran relevancia que tiene adoptar un estilo de vida saludable, y en particular, del potencial beneficioso que tiene para nuestra salud el seguir una dieta mediterránea equilibrada. En este caso, nos ayudará a prevenir el Hígado Graso No Alcohólico y un gran abanico de enfermedades y problemas de salud asociados.

“Cada vez hay más evidencias que sitúan a la microbiota intestinal como un factor clave para la salud metabólica y más en relación con la dieta, por lo que estos estudios son muy necesarios”, declara la Dra. Isabel Moreno Indias. A su vez, las Dras. Ana María Gómez Pérez y Patricia Ruiz Limón, primeras firmantes del artículo, apuntan sobre “la importancia de aumentar la adherencia a la dieta mediterránea como un elemento clave en la lucha contra las enfermedades relacionadas con la obesidad”.

Por su parte, el Dr. Francisco Tinahones afirma que “la enfermedad de hígado graso no alcohólico es una de las enfermedades hepáticas más prevalentes y está relacionada directamente con el estilo de vida. Es una enfermedad asintomática en sus primeros estadios, y la falta de marcadores no invasivos hace que cuando se diagnostica, se encuentra en una situación avanzada, por lo que son necesarios nuevos biomarcadores para su detección precoz, y la microbiota intestinal podría ayudar”.

En conclusión, esta investigación liderada por el IBIMA Plataforma Bionand aporta nuevos datos sobre el impacto de la dieta mediterránea en la salud metabólica, en este caso en relación con el hígado graso no alcohólico, y su posible conexión con los cambios en el microbioma. Estos descubrimientos subrayan la importancia de seguir una dieta equilibrada y saludable, como la dieta mediterránea, como estrategia para prevenir y tratar esta enfermedad y promover una buena salud hepática en la población española.

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