Además, Martínez-Beamonte ha añadido que “este formulado contiene otros compuestos bioactivos característicos del AOVE como el escualeno o el hidroxitirosol que reducen la oxidación celular, y disminuyen el riesgo de padecer enfermedad vascular”. Los resultados destacan también que, en machos con el mismo consumo de pienso, se produjo un descenso del peso corporal significativo tras 10 semanas de intervención dietética, que se mantuvo hasta el final del experimento, lo que puede suponer una ventaja para varones con sobrepeso u obesidad. “Estos hallazgos subrayan, asimismo, los beneficios del aceite de oliva virgen extra en la prevención de enfermedades cardiovasculares, destacando su papel en la Dieta Mediterránea” han subrayado los autores.
El equipo ha apuntado que esta propuesta sería, además, apta para veganos y vegetarianos, que no consumen mantequilla y muchos tipos de margarina al poder contener trazas de productos de origen animal y que en su formulación se prescinde de la utilización de conservantes, aditivos y alérgenos normalizados. Tal y como ha remarcado Jesús de la Osada, catedrático de la Universidad de Zaragoza y jefe de grupo del CIBERobn, “los únicos ingredientes son el AOVE y la manteca de cacao, ambos productos de origen ecológico, y sin ninguna transformación química de hidrogenación que produzca ácidos grasos trans”. Otra ventaja que presentaría este producto untable es que aumenta el periodo de consumo preferente de un año que tiene el AOVE a dos años para el sólido de aceite de oliva virgen extra, siendo una opción para aumentar la conservación en años de altas producciones. El proyecto ha contado con la participación del equipo del CIBERER que lidera José Carlos Segovia en CIEMAT y ha sido desarrollado garcias a financiación del CIBER, Ministerio de Ciencia e Innovación, un Cheque de Desarrollo Tecnológico de la Fundación Ibercaja y de la Fundación de Estudios Altoaragoneses.