Hoy se conmemora el Día Mundial del Agua, un bien tan valioso para todos y, de forma particular, para las actividades agrícolas y ganaderas, para el desarrollo rural y la vida de nuestros pueblos. En una provincia eminentemente agrícola como es la nuestra, llevar la bandera de la reivindicación en materia de agua es un deber y una obligación, por lo que desde ASAJA-Jaén nos sumamos a la conmemoración de este día.
Entendemos que el riego sirve de sumidero de CO2, ayuda a evitar la erosión, fija la población al territorio y genera más empleo, luchando contra el envejecimiento de la población y manteniendo la renta un poco más alta que el secano, ya que se consigue mayor productividad. En el olivar esto se hace más visible, ya que es el cultivo que con menos dotación de agua genera más empleo, por lo que es el sistema más sostenible. Por lo tanto el riego tiene una importancia total en el ámbito social, económico y medioambiental que no se puede obviar, y no es un enemigo a batir, como se está enfocando en el nuevo Plan Hidrológico.
Por ello, aprovechamos este día para demandar la regularización de todos los riegos en precario de la provincia, por ejemplo el del Carbonatado de La Loma, que lleva 25 años esperando, así como la puesta en marcha de infraestructuras terminadas y que aún no han entrado en servicio, como la Presa de Siles, la Balsa del Caimbo o Cadimo y la ampliación del Guadalmena.
Entre nuestras reivindicaciones también está la de incrementar y mejorar las infraestructuras, dotándolas de mayores inversiones para la modernización, digitalización y optimización de los riegos y de las Comunidades de regantes; la mejora de las infraestructuras para evitar pérdidas del agua por averías y conducciones en mal estado; la limpieza de cauces y mejor gestión del agua en tiempos de avenidas que inundan y perjudican a fincas y cultivos, o la transformación y modernización del sistema de gestión y tramitación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
