A continuación reproducimos un artículo publicado por Olimerca en el que se hace eco de un informe del IFAPA que señala la necesidad de que gran parte del olivar andaluz se reconvierta. Puede leer el artículo entero aquí:
“Aunque desde hace tiempo ya se conocía que la rentabilidad del cultivo del olivar estaba muy relacionado con la modalidad y el tipo de la explotación, el último estudio realizado por Macario Rodríguez, del IFAPA Alameda del Obispo, Departamento de Economía y Sociología Agrarias en colaboración con la Universidad de Córdoba vuelve a incidir en que la rentabilidad media de los sistemas tradicionales y de sierra, especialmente, es negativa cuando se eliminan de la cuenta de resultados el impacto de las ayudas directas para un escenario de precio en torno a los 2€ que ha venido sucediendo en los últimos 10 años.
Del mismo modo, el estudio indica que el porcentaje de explotaciones con rentabilidad negativa es muy elevado tanto en los sistemas de sierra como en los tradicionales.
En un escenario sin ayudas directas los sistemas intensivos son los que muestran una mayor sostenibilidad económica ya que muestran una menor dependencia de las mismas, siendo su impacto mucho más limitado en la cuenta de resultados. En un escenario como el de este año 2016 (precios elevados y producción media) o el de 2014 (producción record) los sistemas intensivos muestran un desempeño económico sobresaliente que resulta muy atractivo para el productor.
Los sistemas de sierra y tradicionales se muestran rentables siempre y cuando coexistan dos variables simultáneamente, a saber, precios superiores a 3 € y al menos un nivel productivo medio. En cualquier otro escenario como el que ha venido ocurriendo recurrentemente de precios en torno a 2 € dichos sistemas pasan muchas dificultades sin ayudas directas. No obstante, se observa que una parte del sistema de sierra baja producción (alta pendiente) no es rentable ni siquiera con dichas ayudas.
A la vista de los resultados económicos parece adecuado iniciar un programa de reconversión del olivar andaluz. El papel que juegan las políticas públicas como elemento dinamizador del proceso resulta clave. En concreto, las líneas 4.1.2. del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía (2014-2020) específicas para modernización pueden tener un efecto palanca importante.
Además, sería conveniente vincular las líneas de ayuda a que la reconversión se realizase de forma mancomunada a través de unidades de gestión de fincas. Las cooperativas podrían desempeñar la labor de conformar los grupos de agricultores dispuestos a modernizar de forma conjunta.
En el plano medioambiental, sería necesario zonificar las comarcas agrarias para identificar aquellas explotaciones, en primer lugar, mecanizables y, en segundo lugar, adscritas a zonas vulnerables debido a la gran expansión previa del regadío. En este sentido, en zonas con suelos adecuados el olivar intensivo de secano se muestra como una opción sostenible económica y medioambientalmente”
