Aceite de oliva para reducir el colesterol: mitos y verdades

El aceite de oliva es considerado uno de los alimentos que puede ayudar a reducir el colesterol, asimismo mejora la salud cardiovascular; al contener ácido oleico, este ayuda al organismo para reducir el colesterol LDL (el “malo”) y a aumentar el HDL (el “bueno”), según recoge la revista Semana. Los expertos de la Fundación Española del Corazón, institución promovida por la Sociedad Española de Cardiología para difundir la salud cardiovascular aconsejan que en la alimentación se debe “sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas en la dieta, con el fin de contribuir a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo”, como lo menciona el portal Coosur. “La FDA (Agencia americana para la alimentación y los fármacos), ha concluido que dos cucharadas diarias de aceite de oliva (unos 30 ml) pueden prevenir las enfermedades coronarias cuando sustituyen a la grasa saturada”, así lo destaca el portal Colesterolfamiliar. El mencionado sitio web destaca que los beneficios del aceite de oliva se deben al efecto de su grasa característica, “la de tipo monoinsaturado, sobre las fracciones de colesterol. Efectivamente, una dieta basada en aceite de oliva, como lo es la mediterránea, mantiene elevados los niveles de colesterol bueno (HDL) y bajos los de la fracción perjudicial (LDL)”.

Prensalibre reseña que el aceite de oliva es recomendado para las personas que desean perder peso, pues, por su origen vegetal, carece de colesterol y es más saludable para la dieta de personas que buscan bajar algunos kilos de más. “Lo que no debe olvidar es que la ingesta de este aceite debe de ir acompañada de una dieta balanceada para ver los beneficios”.

El aceite de oliva es uno de los alimentos más saludables que se pueden encontrar en el mercado, tienen muchos beneficios, uno de ellos es que “mejora el tránsito intestinal y contiene antioxidantes que ayudan a prevenir el desarrollo de cáncer y alzhéimer. Las grasas también ayudan a la formación de hormonas”, así lo describe el portal Prensalibre.

Otro punto para tener en cuenta es que hay varios tipos de aceites de oliva en el mercado, pero los más comunes son el extra virgen y el virgen, “según Lucrecia Barillas, nutricionista de Habit, el primero es más natural que el segundo porque lleva menos procesos químicos; por lo tanto, el virgen tiene un sabor más suave que el extra virgen”, en palabras citadas por Prensalibre.

Sobre algunos mitos del aceite de oliva, se habla que la calidad depende del color. “Cuanto más verde y oscuro, mejor. “Una prueba que lo desmiente es que para las catas profesionales se utilizan unas copas de color azul oscuro prácticamente opacas para evitar que el color afecte a la percepción de los catadores”, comenta Marta González, directora ejecutiva de la Escuela Superior del Aceite de Oliva, en palabras recogidas por el portal La Vanguardia.

Otro mito sobre este producto es que es como el vino, mejor añejo. “Todo lo contrario”, asegura la experta. “Cuanto antes se use, mejor. No conviene almacenarlo más de un año o dos y siempre en lugares frescos y con poca la luz”.

El mencionado portal comenta que hay un envase denominado “bag box”, el cual es una bolsa hermética de plástico en el interior y con un grifo para extraer el producto, para que se pueda ir sacando el aceite sin que entre oxígeno en el envase y no se vaya presentando la oxidación que hace que se pierdan sus propiedades organolépticas.

“El único aceite de oliva saludable es el virgen extra. Falso. Todos los aceites que se elaboran con aceitunas contienen más grasa de la buena que los que se hacen a partir de otras semillas. Es cierto, sin embargo, que el virgen extra contiene más antioxidantes”, señala el portal La Vanguardia sobre esta creencia del aceite de oliva.

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