Según este informe, el producto español empieza a ocupar un lugar en la mente del consumidor canadiense gracias, en parte, a la gastronomía. Poco a poco, los restaurantes españoles y bares de tapas comienzan a instaurarse en las principales ciudades del país. También se observa la inclusión de diferentes productos españoles en menús de diversos restaurantes. Esto demuestra que la cocina española tiene oportunidad de prosperar en Canadá, contribuyendo a impulsar el reconocimiento y valor de los productos.
El producto español es conocido y altamente valorado por los gestores de tiendas especializadas y de gama gourmet, ya que muchos de ellos centran su distribución principalmente en este tipo de establecimientos, especialmente para productos como el aceite de oliva, el queso y los embutidos. Estos son reconocidos por su perfil saludable y su gran variedad.
No obstante, el consumidor aún presenta dificultades para identificar su procedencia española, debido, por un lado, a la alta presencia de productos procedentes de otros países mediterráneos como Italia, Grecia o Francia (esta última especialmente en la región de Quebec), los cuales están asentados en el mercado de una forma mucho más madura y se ven beneficiados por la gran influencia cultural que existe en Canadá gracias a la inmigración. Todo ello, según el estudio, dificulta la construcción de una «marca España» sólida, aunque cada vez más se está trabajando con profesionales del sector y escuelas culinarias, campañas de promoción en los puntos de venta y ferias para aumentar el reconocimiento y la notoriedad de los productos de España.
En cuanto a la distribución, las cadenas de supermercados y grandes superficies son las principales vías de venta del aceite de oliva, si bien es cierto que existen tiendas especializadas o gourmet que también se encargan de su venta.
Oportunidades
El mercado del aceite de oliva en Canadá presenta muchas oportunidades para las empresas españolas, según ICEX. Así, la demanda de aceite de oliva se satisface en su totalidad por las importaciones debido a la climatología del país.
A su vez, teniendo en cuenta que España es el primer productor de aceite de oliva del mundo, considera que es importante aprovechar esta circunstancia para incrementar la presencia en el mercado canadiense.
Por último, ICEX apunta que no hay que olvidar las oportunidades que el Acuerdo Comercial entre Canadá y la Unión Europea (CETA) ha brindado a las empresas españolas. Si bien el aceite de oliva ya no contaba con aranceles, el CETA protege también DOPs en la UE entre las que se encuentran varias de aceite de oliva. Además, el acuerdo incluye la posibilidad de añadir indicaciones geográficas en el futuro.