¿Cuáles son los beneficios del aceite de orujo de oliva?

Los últimos estudios realizados por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del CSIC se han centrado en analizar la respuesta del organismo de varias personas, con diferentes características físicas y metabólicas ante el consumo prolongado de aceite de orujo de oliva y sus efectos, tal y como recuerda el Huffingtonpost. Hasta el momento, los estudios iban dirigidos hacia el impacto que el aceite de oliva virgen tenía en los consumidores, a diferencia del aceite de orujo de oliva, del que apenas se han realizado estudios en este sentido. Entre las principales conclusiones que se han extraído destacan los beneficios a la hora de reducir el colesterol, la grasa visceral, los niveles de insulina, reducción de la circunferencia de la cintura además de reducir el riesgo de sufrir diabetes y obesidad. En líneas generales, el 20% de la aceituna se utiliza para generar aceite de oliva: virgen extra, virgen y de oliva, ya que el 80% se denomina orujo grueso húmedo (el agua, la piel, hueso y aceite restante). De esta forma, el aceite de orujo de oliva se considera el resultado de la extracción de ese aceite restante, su refinado y su mezcla con aceite virgen.

Los resultados obtenidos de estas investigaciones se consideran positivas aunque se encuentran ‘en cuarentena’, ya que hasta ahora, los estudios se habían realizado para comprobar el potencial nutricional en animales, así como sus propiedades físicas y químicas, por lo que estas investigaciones adquieren mayor relevancia si cabe.

 

El experimento de aceite de orujo

Durante cuatro semanas, los voluntarios solo consumieron grasas mediante la ingesta de aceite de orujo de oliva. Los resultados arrojaron luz, por primera vez, acerca de los marcadores que se buscaban y que estaban relacionados con la salud cardiovascular, la obesidad y la diabetes, afirmó Raquel Mateos Briz, científica titular del ICTAN, coautora de los estudios, como bien recoge El País.

Según informó European Journal of Nutrition, el consumo de aceite de orujo de oliva supone una mejora de lípidos en sangre, además de servir como termómetro a la hora de evaluar los riesgos de enfermedades cardiovasculares: presión arterial, inflamación, etc.

 

Resultados dispares

Los resultados confirmaron que, tras este estudio, se reduce el colesterol “malo”, a diferencia de las investigaciones sobre el aceite de girasol alto oleico, que no vertió luz en este aspecto.

Respecto al segundo estudio, en el que se compara aceite de orujo de oliva con aceite de girasol, se confirmó que “no tuvo efectos estadísticamente significativos sobre los marcadores relaciones con el perfil lipídico”, aunque sí se apreció una reducción considerable de grasa visceral en personas con un colesterol alto.

Pese a esto, los investigadores aseguran que hace falta más estudios para obtener resultados que sean concluyentes.

En palabras de Laura Bravo Clemente, coautora de los trabajos y profesora de investigación del CSIC, “la discrepancia entre un estudio y otro” radica en que las personas analizadas no comparten hábitos de vida, ni alimentación, a diferencia de los animales de experimentación, que presentan mayores similitudes en sus comportamientos.

Finalmente, el tercer estudio, publicado por Foods, respaldó los resultados del primer estudio, en el que se aprecia una reducción del colesterol total (“malo”) y, como consecuencia, se produce una disminución de la circunferencia de la cintura, es decir de grasa abdominal.

“Esto nos sorprendió porque el aceite de oliva y la calidad de su grasa, contribuye a una reducción de la grasa abdominal”, confirmó Mateos Briz. En términos numéricos, según los especialistas, la cantidad que debe ingerirse diariamente debe encontrarse cerca de los 45 gramos, lo que supone un 20% de la energía que aporta la alimentación.

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