Lo mismo que se dice que “del cerdo, hasta los andares”, ahora un proyecto científico ha demostrado que de la aceituna se puede aprovechar hasta su aderezo. Se trata del proyecto “Reutilización de aguas residuales del aderezo de aceituna de mesa para riego por goteo en olivar”, que ha demostrado los beneficios de esta práctica en el cultivo. Y es que tras los ensayos realizados durante las campañas 2018 y 2019 (en las variedades manzanilla y gordal), el peso de la aceituna se incrementó, de media, casi un 20%, mientras que el tamaño del fruto creció un 2,5% de largo y un 4,5% de ancho. Estas han sido algunas de las principales conclusiones destacadas por el profesor e investigador de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba Adolfo Peña, quien añade que “en los análisis foliares, no se detectaron ni toxicidades ni deficiencias producidas por el riego salino, confirmando la salud del olivar, mientras que los suelos, salinizados durante el riego, recuperaron su estado inicial gracias al lavado y la redistribución de sales durante los periodos de lluvia”.
Por otro lado, el profesor precisa que “las aguas salinas procedentes del entamado de aceituna, que solo en Andalucía rondan el millón de metros cúbicos anuales, son almacenadas en grandes balsas para su evaporación”, y si se usaran para el riego se podría reducir el tamaño de estas instalaciones.