Dieta Mediterránea: el plan perfecto para el corazón

La dieta mediterránea es una valiosa herencia cultural que representa mucho más que un modelo saludable, rico y nutricional. Se ha convertido en una de las favoritas a nivel global ya que te asegura un estilo de vida saludable. Sus múltiples beneficios la convierten en la mejor opción para la ‘vuelta a la rutina’, según recoge Con Salud. Si hablamos de dieta mediterránea nos referimos a ese tipo de cocina tradicional de las regiones colindantes con el Mar Mediterráneo. Un estilo de cocina que está formado por los alimentos que se producen en España o en los diferentes países que se encuentran bañados por el Mediterráneo como Italia y Grecia. Esta cocina está reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010, ya que no es solo una dieta sino que en su conjunto se convierte en un estilo y filosofía de vida propio.

¿Cuáles son los beneficios en nuestro rendimiento deportivo?

Esta dieta se caracteriza por tener múltiples beneficios en la salud hasta el punto de disminuir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, diabetes o lesiones. Se habla de ella por ser muy fresca, con pocos alimentos procesados; importante presencia de vegetales como frutas, verduras, legumbres, cereales y frutos secos; y aliñada con aceite de oliva. Por ende, un gran aliciente compuesto por todos los alimentos necesarios para potenciar la actividad física.

Los expertos del Área de Nutrición de Club Metropolitan te acercan los beneficios de 6 alimentos clave de esta dieta que no pueden faltar en cualquier receta, si lo que buscas es ayudar a mejorar el rendimiento deportivo:

– Aceite de oliva virgen extra. Este ingrediente da la dosis necesaria de grasa diaria en los platos y al ser monoinsaturada tiene efectos cardioprotectores y antioxidantes que sustituyen a los de origen animal. A su vez, proporciona vitamina E, betacarotenos, y no contiene colesterol convirtiéndose en el complemento perfecto para aliños y preparaciones culinarias. Además, de ser considerado el verdadero secreto de la dieta mediterránea

– Frutas y verduras. Productos que se caracterizan por la gran cantidad de vitaminas y minerales que incorporan. Las frutas destacan por su alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes, y las verduras son una fuente inagotable de ácido fólico así que se recomienda consumirlas, siempre que sea posible, crudas.

– Pan y cereales. Dos alimentos ricos en hidratos de carbono necesarios para llevar a cabo cualquier actividad física. La pasta, arroces y preparados como el muesli también son hidratos de carbono. Estos son esenciales en la dieta de todo deportista y son recomendables consumirlos 1 o 2 horas después de hacer ejercicio.

– Legumbres. Otra gran fuente de hidratos a la que hay que sumar proteínas y fibra. Si se consumen de 2 a 3 veces por semana pueden llegar a sustituir a algún plato de carne.

– Huevos y carne. Ambos productos se caracterizan por su alto contenido en proteínas, minerales, hierro y potasio. Nos aportan proteínas completas, vitamina B12,hierro y potasio. Las carnes rojas (ternera y cordero) tienen una baja presencia en nuestra dieta frente a otras, con menos grasa como la de pollo y pavo.

En cuanto al huevo, el consumo máximo recomendado es de 4 o 5 unidades a la semana.

– Pescado. Aporta una gran dosis de proteínas, minerales, oligoelementos y Omega 3 que no debe faltar en cualquier plan nutricional de la semana. Si el pescado consumido es el atún, la sardina, el boquerón o la caballa, estaremos dando a nuestro organismo altas dosis de Omega 3, y por ende un alto poder antiinflamatorio.

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