Un estudio reciente encontró que las mujeres que siguieron la dieta mediterránea durante el embarazo temprano tenían un riesgo reducido de complicaciones en el embarazo, según recoge la North American Olive Oil Association. El estudio, publicado en diciembre de 2022, analizó el consumo de alimentos y los datos de resultados de casi 8,000 mujeres embarazadas con diversidad geográfica, racial y étnica en los Estados Unidos. Las que se adhirieron a la dieta mediterránea tenían un 21% menos de probabilidades de desarrollar preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo), eclampsia (una complicación de la preeclampsia que causa convulsiones y coma) y diabetes gestacional (diabetes en el embarazo cuando no existía antes). Los niños nacidos de las mujeres que siguieron la dieta también tenían menos probabilidades de nacer muertos, prematuros y pequeños para la edad gestacional, según un estudio titulado “Asociación de un patrón de dieta mediterránea con resultados adversos del embarazo entre las mujeres estadounidenses”. Entre las mujeres de 35 años o más, hubo un beneficio aún mayor de esta dieta.
Estudios previos también han encontrado que la dieta mediterránea mejora los resultados del embarazo. Un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association en abril tuvo hallazgos similares con respecto a la preeclampsia. Otro publicado en PLOS Medicine en 2019 encontró un riesgo reducido de diabetes gestacional.
Los beneficios de la dieta mediterránea se extienden, así, a las madres lactantes. Los seguidores de la dieta mediterránea producen leche con un perfil de ácidos grasos más saludable, y se ha descubierto que los nutrientes clave que se encuentran en el aceite de oliva pasan a la leche materna.
