Las aceitunas de mesa fermentadas de forma natural, una fuente de bacterias probióticas

Un nuevo estudio de la Universidad de Jaén vuelve a ratificar las propiedades beneficiosas del aceite de oliva para la salud, en este caso, hablamos de las aceitunas verdes de mesa fermentadas al estilo natural, que cuentan con un alto porcentaje de bacterias probióticas que son extremadamente beneficiosas para el organismo. A esta conclusión ha llegado la profesora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén, Hikmate Abriouel, del grupo de investigación de Microbiología de los Alimentos y del Medio Ambiente.

Abriouel y su equipo han presentado el estudio en Expoliva 2017 bajo el título ‘Estudio genómico y proteómico de una cepa probiótica de la cepa Lactobacillus pentosus aislada de las aceitunas fermentadas Aloreña’. La profesora explica que el estudio “se basa en el análisis en profundidad de las propiedades probióticas in vitro de cepas de Lactobacillus pentosus con el fin de seleccionar cepas con el mejor potencial probiótico”.

Otro aspecto a tener en cuenta es que estas bacterias probióticas son de origen vegetal algo que hasta ahora solo se daba en orígenes humanos o lácteos. Por este motivo son muy resistentes a condiciones adversas como puede ser la bilis o la temida acidez del estómago. Estas bacterias forman biopelículas en la superficie de la aceituna.

Cuando comemos estas aceitunas, pasan las barreras digestivan hasta llegar al intestino donde se pegan a las mucosas y desplazan a los patógenos que pueden desestabilizar el sistema digestivo e incluso provocar infecciones. Hikmate Abriouel asegura que “este tipo de aceituna, además de sus aspectos nutricionales como fuente de vitaminas, de ácidos grasos monisaturados y de sales minerales, tiene un gran potencial probiótico porque degradan la lactosa, los azúcares complejos y son activas contra bacterias patógenas”.

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