Palestina, encrucijada de caminos y aove

El cultivo del olivo en Palestina se desarrolla entro 2000 y 4000 años a. C., según el último estudio del consultor estratégico Juan Vilar. El olivo ha sido uno de los primeros cultivos en Palestina desde la antigüedad, con evidencias superiores a los 4.000 años de antigüedad, y siempre han jugado un papel crucial en las características culturales, sociales y económicas del país. Posee 91.200 hectáreas de olivar ocupando el puesto número 17 en superficie de cultivo. Además se posiciona en el número 13 en producción de aceite de oliva y en el 13 en la producción de aceitunas de mesa. Del total de producción, el 90,5% corresponde a la producción de aceite de oliva y el 9,5% a la producción de aceitunas de mesa. Del total de cultivo, el cultivo tradicional se encuentra en un 89,1%, seguido del cultivo intensivo en un 10,1% y por último, el superintensivo  situándose en un 0,8%. De este cultivo, corresponde a secano un 95% y a regadío el restante 5%.

Palestina produce 24.670 toneladas de aceite. De este, el 57% pertenece a un aceite de calidad superior y el 43% a un aceite de una calidad inferior. Del total de aceite producido 4.500 toneladas se comercializan en el exterior. Con respecto a la producción de aceitunas de mesa, producen alrededor de 10.000 toneladas, de las cuales la mayorías son destinadas a la exportación hacia otros países.

Cuenta con 90.900 parcelas de olivar, de las cuales tienen un tamaño medio de 1 hectárea. El rendimiento por hectárea es de 0,299 toneladas por hectárea de aceite de oliva y 1,15 toneladas por hectárea de aceitunas de mesa.

Tiene presentes 220 almazaras, 11 orujeras y 90 entamadoras. Emplea 9 mil personas en el sector y el volumen de negocio generado por el sector oleícola es de casi 90 millones de euros.

 

Consumo

En cuanto al consumo, del total de grasas animales y vegetales el 19,6% corresponde aceite de oliva lo que se traduce en 16.000 toneladas de aceite de oliva. El aceite de oliva lo consumen en más proporción los hombres que las mujeres, situándose de manera respectiva en un 53,5% y un 46,5%.

Con respecto a la edad, predomina con respecto a los demás rangos de edad los mayores de 65 años, con un porcentaje que oscila el 35%. En función de la estructura familiar, predomina las familias de mediana edad con hijos en el consumo de aceite de oliva, situándose en un 23%, le sigue las familias jóvenes con hijos (19%).

Aquellas familias que tienen un nivel de renta media baja, consumen mayor proporción de aceite de oliva con respecto a aquellos que tienen un nivel de renta superior. Además, los individuos que tienen estudios universitarios, consumen más cantidad de aceite de oliva que aquellos que no poseen estudios ningunos.

Según la tipología de aceites, en Palestina el aceite más consumido es el aceite de oliva con un 47%, seguido del aceite de oliva virgen extra en un 30%. El aceite menor consumido es el aceite de orujo de oliva (9%).

En función de los distintos envases existentes, aquel que se utiliza con más frecuencia es el envase de cristal (67%), seguido del envase PET (28%). El uso más frecuente que se le da al aceite de oliva es en crudo, para condimentación en un 40%, seguido para freír alimentos 25%.

Los establecimientos más transitados por la población palestina para la adquisición del aceite de oliva es en supermercados (37%) y en hipermercados (25%).

La mayoría consumen el aceite de oliva en sus propios hogares (66%), pero si bien es cierto, que el restante 34% lo hace fuera del hogar. Fuera del hogar los establecimientos dónde mayor proporción de aceite de oliva se consume en es bares y restaurantes (30%), hoteles (30%) y colectividades (20%).

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