¿Te preocupan los alimentos ultraprocesados? Elige aceite de oliva virgen extra

Si cuidas tu alimentación y evitas los alimentos ultraprocesados, quizás también estés pensando en los aceites que usas en tu cocina. Muchos aceites de cocina comunes pasan por un proceso exhaustivo, pero el aceite de oliva virgen extra (AOVE) destaca por ser uno de los aceites menos procesados ​​disponibles, tal y como nos recuerdan desde la Asociación Norteamericana de Aceite de Oliva (NAOOA).

¿Cómo reducir mi consumo de ultraprocesados?

Al elegir alimentos, busque aquellos mínimamente procesados. Y en cuanto a aceites de cocina, no hay nada menos procesado que el aceite de oliva virgen extra. El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es un alimento mínimamente procesado. Se elabora mediante el prensado mecánico de aceitunas sin altas temperaturas, sin utilizar disolventes ni productos químicos en su extracción.

En cambio, la producción típica de aceites de semillas implica trituración a alta temperatura, un baño de alta temperatura en hexano (un disolvente químico derivado del petróleo) y, posteriormente, la evaporación con calor del hexano antes de que el aceite se refine de nuevo a alta temperatura (eliminando olores y color). Por lo tanto, los aceites de semillas se exponen a altas temperaturas varias veces antes de llegar a las botellas de los supermercados, lo que contribuye a su inestabilidad durante la cocción.

Por lo tanto, decidir usar aceite de oliva para cocinar, hornear y aliñar, y buscar información sobre aceites de oliva en las etiquetas de ingredientes de otros alimentos preparados que compre, puede ser el primer paso para reducir el consumo de alimentos ultraprocesados. Si bien algunas investigaciones indican que estos alimentos pueden provocar inflamación crónica, existe evidencia científica sustancial que respalda las propiedades antiinflamatorias del aceite de oliva, en particular del aceite de oliva virgen extra (AOVE). Aquí tiene algunos puntos clave:

  1. Polifenoles: El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es rico en polifenoles , como el oleocantal, que ha demostrado imitar los efectos antiinflamatorios del ibuprofeno. Las investigaciones indican que el oleocantal inhibe enzimas proinflamatorias como la COX-1 y la COX-2, lo que ayuda a reducir la inflamación. El aceite de oliva virgen extra se produce con métodos que retienen los polifenoles.
  2. Reducción de marcadores inflamatorios: Diversos estudios han demostrado que el consumo de aceite de oliva puede reducir biomarcadores de inflamación, como la proteína C reactiva (PCR) y la interleucina-6 (IL-6). Estos marcadores suelen estar elevados en personas con enfermedades inflamatorias crónicas.
  3. Estudios sobre la dieta mediterránea: Muchos de los beneficios para la salud de la dieta mediterránea , rica en aceite de oliva, se atribuyen a sus efectos antiinflamatorios. Estudios a largo plazo han demostrado que quienes siguen esta dieta presentan niveles más bajos de inflamación y un menor riesgo de enfermedades inflamatorias.
  4. Impacto en la expresión génica: Investigaciones han descubierto que los compuestos del aceite de oliva pueden modular la expresión de genes implicados en la inflamación. Esto significa que el aceite de oliva podría ayudar a desactivar genes que promueven la inflamación crónica.
  5. Salud cardiovascular: La capacidad del aceite de oliva para reducir el estrés oxidativo y la inflamación se ha relacionado con una mejor salud cardíaca. Los procesos inflamatorios contribuyen significativamente a la aterosclerosis, y se ha demostrado que el aceite de oliva mitiga este riesgo .
  6. Ensayos controlados aleatorios: Los ensayos clínicos han confirmado que consumir aceite de oliva como parte de una dieta saludable puede reducir los marcadores inflamatorios. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Nutrients reveló que los participantes que consumían aceite de oliva a diario experimentaron reducciones significativas en los niveles de proteína C reactiva.
  7. Efectos sinérgicos:   Los alimentos cocinados en aceite de oliva virgen extra están protegidos de la oxidación durante el proceso de cocción y las investigaciones han demostrado que los nutrientes del AOVE pasan del aceite a los alimentos durante la cocción.

El aceite de oliva también contiene compuestos bioactivos que extienden sus beneficios más allá de la salud del corazón, apoyando la función cerebral, reduciendo la inflamación crónica y proporcionando propiedades anticancerígenas.

 

En resumen: Elija aceite de oliva para cocinar y cuidar su salud

Al elegir un aceite de cocina, el aceite de oliva es la opción ideal para quienes buscan minimizar los alimentos ultraprocesados ​​en su dieta. Su rico perfil nutricional y su estabilidad al calor lo convierten en una mejor opción tanto para el paladar como para la salud a largo plazo.

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