ASAJA
Así estaban los olivares de la campiña de Jaén estos días. Ha comenzado la formación de las botonaduras, o formación del racimo floral. En este estado fenológico el olivar se encuentra especialmente sensible a los extremos en la temperatura, por lo que heladas durante estos días o calor excesivo podrían poner en peligro la cosecha. Sin embargo, si persiste un clima suave, el árbol proseguirá su avance natural.
Hay que tener en cuenta que este año el olivo va algo adelantado en su desarrollo, tal y como nos explican desde nuestro departamento técnico. Esto fue causado por la primavera prematura que se vivió a final de febrero y durante el mes de marzo.
