¿Cómo proteger al almendro y los frutales de hoja caduca de hongos y bacterias?

Iniciada la caída de la hoja en los cultivos arbóreos de frutales, llega el momento de proteger al cultivo de la presencia de hongos y bacterias e incluso formas invernantes de insectos que puedan provocar un debilitamiento en su normal desarrollo. Por ello, la Red de Alertas e Información Fitosanitaria (RAIF) de la Junta de Andalucía ha explicado en su página web, según recoge Agrónoma, cómo se debe llevar a cabo esta protección. En primer lugar, la RAIF detalla que el momento de ejecución es ahora, con un primer tratamiento al 50% de caída de hoja, para frutales de pepita y al 75% para los de hueso, empleando para ello productos fitosanitarios fungicidas autorizados.

Al respecto, desde la Junta de Andalucía insisten en que este tratamiento es «muy eficaz, especialmente para hongos como lepra, cribado, monilia o momificado, etc… ya que cicatriza las heridas dejadas en la inserción de la hoja caída».

Posteriormente, se deberá realizar un segundo tratamiento al 100% de hoja caída y una vez realizada la poda, sirviendo además este para proteger todas las heridas causadas por los efectos de tala de ramas. Para ello, «se deberá emplear nuevamente un profundo fungicida autorizado y mezclado con aceite de parafina con la finalidad de combatir los huevos y larvas de insectos que invernan en el cultivo para provocar su asfixia, como el piojo de San José, perforadores de troncos y ramas como Zeucera pyrina y Cossus cossus o enfermedades como oidio», afirma la RAIF.

Asimismo, durante la poda es «importante» observar las ramas secas para determinar si ha sido por causa fúngica, bacterias o plagas y una vez finalizada, y como medida profiláctica, es «muy importante eliminarlas y realizar un sellado de los cortes de mayor diámetro con un producto cicatrizante», explican desde la Junta de Andalucía.

A finales de invierno se tendrá que realizar un tercer tratamiento, haciéndolo coincidir con el momento de hinchado de las yemas, empleando para ello, de nuevo, un producto fungicida autorizado mezclado con aceite de parafina.

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