GlleEl sector agroalimentario en España apunta a la falta de agua, el envejecimiento de los trabajadores del campo y la internacionalización como algunos de los principales desafíos que afronta a corto y medio plazo el sector agario. Así lo apuntaron los participantes en el foro Apama 4.0 organizado el pasado 22 de febrero por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados sobre “Los retos del sector agroalimentario en España”, en el que participó Cristóbal Gallego, jefe de Servicios Técnicos de ASAJA Jaén, presidente de Jaencoop y presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía
Invertir en innovación y tecnología, garantizar los fondos de la Política Agraria Común (PAC), trasladar al consumidor correctamente la calidad de los alimentos, mejorar la colaboración entre las administraciones y el capital privado o reducir las trabas burocráticas han sido otros de los temas planteados en el encuentro.
Gallego dejó claro que “la mayor inversión en Desarrollo Rural debe de ser el agua”. Con infraestructuras de agua, dijo, se evita la despoblación de las poblaciones rurales. Insistió en que un bien como el agua no puede ser “objeto de enfrentamiento político” y apuntó a esta premisa a la hora de realizar políticas referentes a su uso y reparto. Gallego explicó a los asistentes el trabajo que realiza su grupo, Jaencoop, en el sector del aceite de oliva, obteniendo el año pasado 60 millones de kilos y una facturación de 225 millones de euros. El presidente del grupo aceitero destacó la apuesta por la trazabilidad y la integración en su grupo y resaltó como los principales problemas del sector del olivar su atomización, la falta de integración y la necesidad de adecuar la demanda y la oferta y regular la volatibilidad de los precios con mecanismos que, según su criterio, deben de ser obligatorios y estar regulados a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva.
Con respecto a las energías renovables, hizo hincapié en la labor del olivar como fijador de CO2 a la atmósfera y el hecho de que sea un cultivo que día a día hace frente al efecto invernadero, algo que, según su criterio, “encaja a la perfección dentro de los debates de la PAC que se realizan actualmente y que encaminan la Política Agraria Común hacia una agricultura cada vez más sostenible”. Siguiendo con el asunto de las renovables, puso el acento en el proyecto de Jaencoop de más de cien millones de euros para aprovechar la biomasa que producen las leñas de la poda del olivar con el fin de convertirlas en energía y la traba que esto supone en provincias como Jaén al no existir infraestructuras eléctricas de explotación de este tipo de energía, por lo que instó a la Administración a facilitar estas estructuras para aprovechar estas fuentes de energía.
