Los alimentos antidepresivos de la dieta mediterránea

Aunque pueda parecernos mentira, el intestino y nuestro cerebro están estrechamente relacionados. Se encuentran en una permanente comunicación que condiciona nuestra forma de estar en el mundo, incluída nuestra salud mental, tal y como nos recuerda en el artículo de La Gaceta de Salamanca que reproducimos a continuación. Los psicobióticos son sustancias presentes en ciertos alimentos, que pueden ayudarte a sentir menos ansiedad, tristeza o irritación según la investigadora Amanda Rodríguez-Urrutia y miembro del servicio de Salud Mental del Hospital Vall D’Hebron de Barcelona. Es más, precisa que se trata de “un tipo de probióticos, en este caso concreto un microorganismo que, ingerido en cantidades adecuadas confiere beneficio para la salud mental”. ¿Dónde se encuentran, en qué alimentos? La psiquiatra subraya que son muy variados y hay estudios que te hablan de alimentos concretos, como por ejemplo uno que cita el factor antidepresivo de algunos alimentos como en el caso de los bivalvos, y concretamente de las ostras. Habla también del cangrejo, del atún, del salmón; y luego de alimentos de origen vegetal, concretamente de hoja verde, como las acelgas, las espinacas o los berros por ejemplo; o de algunas frutas como la calabaza, la papaya, el limón; “alimentos con un poder antidepresivo mayor”. Y en general considera que se podría decir que son alimentos de la dieta mediterránea, “la dieta por definición con más capacidad antidepresiva porque en primer lugar tiene poder antiinflamatorio y después porque es protectora de la barrera intestinal, de forma que lo que comes impacta de manera positiva en esta”.

Según recuerda, implica la ingesta de legumbres, de carne, verduras, fruta, productos lácteos, entre otros. “Hay que potenciarla. Hasta ahora se decía que es buena para no tener diabetes, obesidad o un infarto, pero la dieta mediterránea confiere también un beneficio para la salud mental, vas a tener mejor salud mental”, agrega.

Ahora bien, esta experta del Vall d’Hebron cree que no se puede hacer un uso no controlado de los psicobióticos porque a nivel científico falta validarlo. “No se pueden comer psicobioticos por que sí. Si estás sano y tienes una dieta equilibrada no tienes por qué suplementarte o tomar probióticos. Aún estamos a la expectativa de ver hacia dónde van estas sustancias y hay que consultar primero al personal sanitario si tienes un cuadro depresivo, y que te pueda indicar si esto estaría en cada caso indicado”, agrega.

En casos leves o moderados recuerda que la literatura científica dice que los psicobióticos sí se pueden complementar con el uso de antidepresivos, y los que hay en el mercado ahora mismo son las bifidobacterias y los lactobacilus.

“Hay que ser prudentes, como todavía son hallazgos preliminares y estamos en una explosión de información, hay que ser cautos y quizá la recomendación a nivel poblacional general es que hay que hacer más hincapié en comer mejor, seguir la dieta mediterránea, y dejar esta suplementación viva para el asesoramiento profesional”, resalta la doctora Amanda Rodríguez-Urrutia.

 

Dónde pueden ser útiles

Dice que los psicobióticos pueden ser útiles en el caso de los trastornos depresivos leves-moderados: “La evidencia científica demuestra que conjuntamente con los antidepresivos se pueden dar para evitar otros medicamentos y recudir los síntomas, como los niveles de estrés, de ansiedad y la depresión, para quizá ya no tener que dar otros fármacos como los tranquilizantes o los psicofármacos”.

Por tanto, insiste en que, a nivel población, lo mejor que podemos hacer en este sentido es comer sano, basarnos en la dieta mediterránea, donde ya hay psicobióticos, prebióticos y probióticos que pueden ayudarnos, como el yogur, “el mejor probiótico que hay”, ya que se necesita consejo profesional a la hora de tomar estas sustancias.

No obstante, sí incide en que se trata de un campo en investigación “cada vez es más apasionante”, ya que los ensayos preclínicos en modelos animales siguen obteniendo resultados prometedores

“Los trastornos para los que pueden funcionar son sobre todo los relacionados con el estrés, los trastornos depresivos, y la ansiedad, en que las tasas de fracaso con los fármacos y los tratamientos actuales son elevadas”, sostiene.

 

Consejos para cuidar la salud mental

En última instancia, esta experta considera que durante muchos años se ha depositado nuestra salud al mundo sanitario, cuando según considera, los médicos pueden hacer una parte pero la salud depende de cada individuo. “Con una dieta adecuada para estar mejor mentalmente; dormir las horas que tocan porque sino dormir mal altera la microbiota; tomar el sol (5-10 minutos al día), ya que si no impacta en nuestra salud mental es lo idóneo entre otros factores.

Alerta de que llevamos 100 años de asepsia, una obsesión por tener todo limpio y desinfectado, o por que los niños no se pueden ensuciar, un aspecto que ha generado en su opinión una proliferación de intolerancias alimentarias o alergias “porque nos invaden menos microorganismos del entorno y esto nos hace más vulnerables”. Es bueno, según defiende Rodríguez-Urrutia que contactemos con microorganismos porque esto nos confiere un beneficio, y ya desde pequeños. “Así mejor salud tendremos”, concluye.

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