¿Nutriscore va en contra de la dieta mediterránea?

La Comisión de Sanidad y Consumo del Senado ha pedido al Gobierno que impulse un etiquetado frontal de los alimentos acordado en toda la Unión Europea (UE) y que ponga en valor los productos de la dieta mediterránea, según recuerda El Economista. Una declaración que va encaminada a tratar de parar o modular el semáforo nutricional Nutriscore, que pretende implantar el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y que deja en mal lugar a productos tan españoles como los embutidos, los quesos o el aceite de oliva. Una de las principales críticas que están enarbolando los que se oponen a Nutriscore hace referencia a que es un sistema que ataca frontalmente a la dieta mediterránea. Sin embargo, los expertos nutricionistas que han participado en la elaboración de este etiquetado lo niegan. Así, Pilar Galán, nutricionista, epidemióloga e investigadora del EREN (Equipo de Investigación en Epidemiología Nutricional) de la Universidad de París, una de las desarrolladoras de este modelo, ha abordado esta cuestión y aseguró en una entrevista a Servimedia que “Nutriscore es totalmente coherente con la dieta mediterránea”. Así, la experta explica que el nuevo sistema de etiquetado no solo no se opone a la dieta mediterránea, sino todo lo contrario. Por ello, aprovecha a recordar que la dieta mediterránea se caracteriza por un consumo abundante de frutas, verduras, legumbres, cereales (especialmente integrales), un consumo moderado de pescado y un consumo limitado de productos lácteos y un bajo consumo de carne, embutidos y productos azucarados, grasos y salados y favorece el aceite de oliva entre las grasas añadidas. Además, se pronunció sobre el caso en concreto del aceite de oliva tras las críticas por obtener una letra ‘C’ de una clasificación que va entre la ‘A’ y la ‘E’. “Respecto al aceite de oliva, clasificado C en la escala Nutri-Score, cuenta con la clasificación más favorable entre todas las grasas añadidas y de los aceites vegetales (no existe ninguno en A o B)”, sentenció.

La epidemióloga se pronunció, además, sobre los ataques que sugieren falsamente que Nutriscore se opone a la alimentación mediterránea y que está liderando el sector de los embutidos y quesos, pues en su mayoría están clasificados en las letras D o E por su contenido en sal, grasas saturadas y/o calorías).

A este respecto, la experta señala que hay que destacar que los quesos, el jamón o los embutidos no son promovidos por las recomendaciones mediterráneas que indican que deben ser consumidos en pequeñas cantidades y/o con poca frecuencia. “Algo coherente con la indicación que da a estos alimentos la clasificación Nutri-Score”, explica. “En efecto, los productos D y E pueden perfectamente ser consumidos en el marco de una alimentación equilibrada, pero en cantidades/frecuencias limitadas”, añade.

Decálogo de la dieta mediterránea

Estas valoraciones sobre la poca frecuencia en la que hay que tomar carnes procesadas como son los embutidos y el jamón, y alimentos elevados en sal y grasa como es el queso o sobre el uso de aceite de oliva de manera moderada encuentran cobijo en el decálogo sobre la dieta mediterránea que publicó el doctor Ramón de Cangas, dietista-nutricionista y presidente de la Fundación Alimenta tu Salud, en su trabajo Dieta mediterránea, de al teoría a la práctica, que puede leer a continuación.

1. Consume diariamente 3 o más raciones de fruta

2. Incluye en tu menú diario 2 o más raciones de verduras-hortalizas

3. Las legumbres deben estar presentes en nuestro plato 3 o más veces por semana

4. Incluye alguna ración diaria de cereales integrales

5. Come frutos secos, de forma moderada, varias veces por semana

6. Consume semanalmente huevos y pescados, así como carnes (en menor frecuencia que pescados), especialmente carnes blancas y minimiza las carnes procesadas y carnes rojas

7. Prioriza el aceite de oliva como aceite de cocinado y aliño

8. Cocina con poca sal y sustitúyela por ajo, cebolla, especias o hierbas aromáticas

9. Da prioridad a las recetas tradicionales para facilitar la adhesión a la Dieta Mediterránea

10. No seas radical en el mensaje, comer es un placer y la exageración y prohibición total sin fundamento sólo dificulta la adherencia dietética al plan propuesto

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