Consideraciones ante el próximo inicio de floración y periodo vegetativo del almendro

Debido a la importancia que presentan los insectos polinizadores en la calidad y cantidad de la futura cosecha del almendro, es imprescindible protegerlos, en especial durante la floración, ya que esta es su época de mayor actividad, según nos recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía. Para ello, es conveniente realizar las siguientes medidas preventivas en el empleo de fitosanitarios:

1. Si es posible, evitar realizar aplicaciones en el periodo de floración

2. Cuando sea absolutamente necesario realizar tratamientos fitosanitarios por la presencia de una plaga o enfermedad, intentar llevarlos a cabo por la noche o a partir de las últimas horas de la tarde, poco antes de la puesta de sol, ya que ese es el momento del día de menor actividad de estos insectos.

3. Siempre que sea posible se deberán emplear productos compatibles con la actividad de las abejas y respetando las dosis autorizadas.

4. Los insectos polinizadores necesitan acceder a fuentes de agua a lo largo de las jornadas, por lo que es conveniente prestar especial atención en no contaminarlas y minimizar las derivas de los tratamientos.

En caso de que existan colmenas en las inmediaciones de las parcelas a tratar, comunicar esta circunstancia a los apicultores antes de llevar a cabo las aplicaciones.

 

Monilia (Monilinia spp.)

La aparición de esta enfermedad durante el inicio de la vegetación, viene condicionada por diversos factores como especie y variedad, condiciones de cultivo, situación de la parcela, condiciones de ventilación de la misma y el nivel de incidencia en años previos, y principalmente la meteorología (favoreciendo el desarrollo de la enfermedad unas temperaturas suaves y humedades relativas altas), de manera que es durante la floración cuando se deben realizar aplicaciones preventivas si existen condiciones de riesgo, sin olvidar que los tratamientos deben estar justificados en cualquier caso.

Conviene realizar las aplicaciones únicamente durante la floración, ya que es en este periodo cuando la enfermedad provoca la mayor parte de los daños en el almendro.

 

Abolladura (Taphrina deformans)

Aunque los síntomas de esta enfermedad no se apreciaran hasta que las primeras hojas se desplieguen en los árboles, las infecciones se pueden producir desde los primeros estadios de la brotación, por lo que es importante realizar tratamientos preventivos antes de la floración y reforzarlos posteriormente con materias activas autorizadas, sobre todo si se dan humedades elevadas y temperaturas suaves. Se debe tener en cuenta que el viento, la ausencia de humedad y la radiación solar ralentizan el avance de las infecciones. Los tratamientos contra esta enfermedad deben ser siempre preventivos, en prefloración, ya que desde el momento en el que las yemas de los ramos mixtos comienzan a hincharse se pueden producir infecciones.

Las aplicaciones contra esta enfermedad, deben realizarse respetando siempre las indicaciones de la etiqueta y siendo necesario adecuar los tratamientos a las fenologías de las diferentes variedades, adelantándolos en las más tempranas y retrasándolos en las más tardías. Además, dichas aplicaciones pueden ayudar al control de otras enfermedades de origen bacteriano.

 

Pulgones (Myzus persicae, Hyalopterus amygdali)

Desde principios de año los huevos de los pulgones se encuentran refugiados en las yemas de los ramos mixtos, eclosionando a veces incluso antes de que los árboles comiencen a hinchar sus yemas. Para evitar que los individuos de pulgón recién nacidos se introduzcan en las flores y puedan provocar el aborto de las mismas, es necesario realizar un tratamiento contra ellos cuando el cultivo se encuentre en el estado fenológico B/C “Botón floral hinchado/Aparecer el cáliz”.

Para evitar la aparición de resistencias, es importante que los tratamientos preflorales se lleven a cabo con materias activas de distinta familia química que los tratamientos postflorales, que probablemente se tengan que realizar posteriormente. Además, si se desea obtener unos buenos resultados, las aplicaciones deben producirse en días sin viento, empleando un volumen de caldo adecuado que moje el árbol de forma óptima. También se debe tener en cuenta que el empleo de aceites ayuda a mejorar el recubrimiento de los árboles contra estas plagas.

Los pulgones son vectores que pueden transmitir enfermedades víricas, por lo que en zonas en las que se sospeche de la presencia de este tipo de enfermedades, es conveniente que el tratamiento se realice de la manera más precisa posible

Compartir en

Enviar un Comentario