El año hidrológico (1 de octubre 2018 a 30 de septiembre de 2019) terminó ayer “seguramente o muy probablemente” como el cuarto año hidrológico más seco del siglo XXI y entre el undécimo o duodécimo con menos lluvias desde 1965, con aproximadamente un 12 por ciento menos lluvia del valor normal. Así lo adelantó el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a falta de cerrar los datos del presente año hidrológico.
El último balance hídrico, que incluye datos hasta el 24 de septiembre, señalaba que las precipitaciones registradas en los últimos días, que afectaron a la mayor parte del territorio excepto al sureste peninsular y a zonas de ambos archipiélagos, redujeron la falta de lluvias acumulada en el año hidrológico hasta el 11 por ciento.
Hasta el 24 de septiembre, el año hidrológico ha acumulado hasta el día 24 un total de 564 litros por metro cuadrado, lo que supone un 11 por ciento menos que el valor normal correspondiente a este periodo, que son 637 litros por metro cuadrado.
El déficit de lluvias supera el 25 por ciento del valor normal en la mayor parte de la mitad oeste peninsular, incluidas zonas de Castilla y León y norte de Madrid, Extremadura, el oeste de Castilla-La Mancha y Andalucía y puntos aislados de La Coruña, sur de Pontevedra y el pirineo oscense, así como en todas las islas del archipiélago canario a excepción de Fuerteventura.
En el caso de la provincia, durante este periodo tan solo se registraron 435 litros de agua por metro cuadrado de media en la provincia, lo que hace que los embalses estén algo por encima del 30% de su capacidad. En concreto, el Dañador se encuentra al 73,33%; el Aguascebas al 56,69%; el Quiebrajano al 44,56%, y el Tranco a un 35,85%.
Las precipitaciones más abundantes desde el inicio del año hidrológico se registraron en la cabecera del Guadalquivir, en concreto en el Tranco de Beas y el Aguascebas, con 827,7 y 748,3 mm, respectivamente.
