Impulso de drones para la aplicación de fitosanitarios

La tecnología dron puede ser una buena herramienta a la hora de aplicar, de forma eficiente, los productos fitosanitarios y minimizar sus riegos asociados, según recoge Olimerca. Pero se considera que la aplicación con drones es una aplicación aérea, igual que las aplicaciones con avionetas o los helicópteros, y por ello, están sometidos a una regulación más estricta que las aplicaciones terrestres. El grupo operativo Phytodron, en el que participa el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), pretende generar datos y conocimiento sobre el uso de los drones como una herramienta segura para aplicar productos fitosanitarios en cultivos como el olivo, la viña, así como en el ámbito agroforestal, para avanzar en el marco que regula su uso. Según explica Luis Asín, jefe del programa de Fruticultura del IRTA, “se ha demostrado que los drones son más adecuados que otros medios para aplicar productos químicos en parcelas pequeñas, zonas de difícil acceso para algunos vehículos o terrenos montañosos”.

A pesar de ello, todavía hace falta “conocer mejor su efectividad a la hora de aplicar los productos fitosanitarios, estudiar los diferentes métodos de aplicación, los efectos del viento y la velocidad del vehículo, así como evaluar la deriva asociada”.

Con este fin, en el marco del proyecto, se ha llevado a cabo el primer estudio de aplicaciones en dron en unos campos de viña del término municipal de Raimat, en Lleida.

El grupo operativo Phytodron se inició en marzo de 2021 y está previsto que finalice el marzo de 2023. Entre los resultados que se esperan destacan: que el dron pase a ser una nueva herramienta de aplicación de los productos fitosanitarios, disminuir la cantidad de solicitudes de tratamientos aéreos de acuerdo con la normativa europea y generar suficiente conocimiento para que la aplicación de productos fitosanitarios con tecnología dron pueda dejar de considerarse un tratamiento aéreo y sea considerada un tratamiento terrestre. “Eso permitirá que se realicen tratamientos en el momento que haga falta, de forma precisa y en el momento adecuado”, afirma Asín.

 

Participantes en Phytodron

Además del IRTA, Phytodron cuenta con la participación de dos centros de investigación más, Neiker y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC); tres empresas: BASF, Syngenta y Corteva Agriscience; dos universidades: la Universidad de Sevilla y la Politécnica de Madrid; tres asociaciones de agricultores: Dcoop, Baskegur y la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV); la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA); el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).

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