Los restos de poda de olivos que no fueron destruidos en el propio olivar por el fuego o por trituración deben estar guardados en lugares herméticamente cerrados como son: leñeras de obra civil, zanjas, trinchera o albercas cubiertas por agua.
Los restos, según la normativa, debían estar guardados desde el pasado 1 de mayo de 2015. No se pueden abrir hasta los primeros días del prócimo mes de noviembre.
Los agricultores deben de saber que el incumplimiento de las medidas fitosanitarias citasdas puede ser sancionado con arreglo a la Ley de Sanidad.