Realiza un Plan de Prevención de Incencios Forestales en tu finca y evita el fuego. Es obligatorio

Agentes apagan un incendio forestalEl verano se acerca y la sequía por la que atraviesa el campo no deja dormir a propietarios, ganaderos, y gestores cinegéticos. Como no llueva y aunque lo hiciera probablemente sea demasiado tarde, no se alcanzará una primavera como la de la temporada pasada que permitió pasar el estío sin apreturas por la abundancia del pasto. Sin embargo, esta situación pastoral envidiable, puso el año pasado en alerta a todo aquel que con buen criterio se preocupó en el repaso o apertura de cortafuegos. Este año la situación es diferente, pues la escasez de hierba hace pensar que la carga de combustible no es suficiente como para preocuparnos de la prevención de incendios. No debe ser así, pues la prevención de incendios es un aspecto esencial en la gestión de fincas en el ámbito mediterráneo. Las altas temperaturas que se alcanzan durante los meses de verano, las negligencias que se cometen, intencionadas o no, y en general las características de las fincas que gestionamos, hace que todos los años independientemente de la pluviometría que haya habido durante el otoño y la primavera, la prevención de incendios sea para los gestores una prioridad y una obligación antes del 31 de mayo.

Por ello, en primer lugar y en cumplimiento de la legislación vigente es necesario la elaboración de un Plan de Prevención de Incendios Forestales en la que en base al diagnóstico de carga de combustible y riesgo de incendios de la finca se planteen las actuaciones previstas en cinco años. Un diseño adecuado del Plan nos permite dotar a la finca de una red de infraestructuras preventivas (cortafuegos y puntos de agua) y viaria, no solo adecuada para prevenir el avance de un fuego (se suele decir que cuando un incendio avanza “se salta” cualquier cortafuegos), sino eficaz para la extinción del incendio dotando a la finca de accesibilidad a todos sus puntos, cuarteándola convenientemente.

La compatibilidad de usos y aprovechamientos en las fincas es uno de los objetivos principales del gestor para plantear la diversificación de rentas de las explotaciones forestales y ganaderas, tan deficitarias económicamente en estos tiempos que vivimos. Los cortafuegos, caminos y puntos de agua que planifiquemos en un Plan de Incendios permitirán sin duda la gestión adecuada de los aprovechamientos de la finca (ganadero, cinegético, corcho,…).

Desde un punto de vista exclusivamente económico, es necesario decir que las fincas que cuentan con un Plan de Prevención de Incendios Forestales y hayan certificado la ejecución de las actuaciones en él planificadas tienen una exención del 75 % en el pago de la tasa de extinción de incendios obligada, en caso de que se produjese un episodio de estas características.

Con un Plan aprobado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, que es la Administración competente en este tema, es el momento de ejecutar las actuaciones para la anualidad correspondiente. El primer dilema será quién lo hace, por lo que la elección de la empresa contratista ha de estar fundamentada en la contratación de aquella que disponga de los medios mecánicos y personales adecuados para los cortafuegos que se pretenden realizar. Otra opción es realizarlos con los medios de la finca. En cualquier caso es preciso cuantificar económicamente la actuación de acuerdo con lo previsto en el Plan, y valorar técnicamente la idoneidad de los medios a utilizar.

Siempre es conveniente la gestión de ayudas económicas que la Administración convoca para desarrollar las actuaciones. El nuevo Plan de Desarrollo Rural (2014-2020) contempla el desarrollo de convocatorias y previsiblemente durante este año pudiéramos tener una convocatoria de ayudas tan esperada y necesaria para el campo.

Seguidamente un replanteo adecuado del trabajo es vital para evidenciar las posibles dificultades en relación a lo previsto en el Plan. Es frecuente que se haya planteado un cortafuegos en zonas de difícil ejecución por pedregosidad, pendiente o inviabilidad económica, por ello el replanteo inicial permitirá al gestor tomar decisiones rectificando en campo antes de que el operario incurra en tiempos muertos que pudieran encarecer el trabajo (es normal la contratación por hora de los trabajos), el incumplimiento de plazos de ejecución previstos, o cualquier otra circunstancia que suponga alguna incidencia en el trabajo que se desarrollará. El tiempo adecuado para la realización de cortafuegos es el mes de mayo, ni antes por la posibilidad de que la llegada de lluvias posteriores a la ejecución perjudiquen la reducción de combustible pretendida, ni posterior; momento en el que es preferible que la maquinaria no trabaje ya que la causa del incendio podría ser perfectamente la acción de ésta.

Finalizados los trabajos, la certificación técnica valida la ejecución. Una medición de las Has. repasadas o aperturadas y su representación en planimetría no sólo es conveniente para proceder al pago al contratista, sino requerida legalmente por la Administración, siendo además una evidencia clara del cumplimiento de la obligación y prueba eficaz del derecho de exención en la tasa de extinción en caso de que se produjese un incendio.

En conclusión la prevención de incendios, fundamentada en el diseño, control de la ejecución y cumplimiento de la legislación en Andalucía, es para el gestor y propietario tarea esencial en las fincas ganaderas y cinegéticas. Desde IRM, empresa que dirigimos, colaboradora de Asaja Jaén, fomentamos y desarrollamos una gestión preventiva acorde con las necesidades y características de cada finca, siempre con rigor técnico y de acuerdo con los intereses de la propiedad.

 

Fdo.: Jorge Cuadra Soriano

Ingeniero de Montes. Colegiado 2.806.

IRM- INGENIERÍA RURAL Y MEDIO AMBIENTE S.L.

Tfnos.: 617 739840 – 677 581808

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