Las condiciones ambientales regulan la actividad de la mosca del olivo, según nos explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), de forma que el descenso de las temperaturas y aumento de la humedad ambiental de estos últimos días están favoreciendo su actividad.
La incidencia ha aumentado respecto a semanas anteriores en las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, con valores medios de picada total de entre 2,2 y 1,50%. En la campaña pasada, destacaron las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva con valores medios provinciales de 4,80, 3,10 y 2,20% de picada total, respectivamente. Por zonas biológicas, la subbética central (Córdoba) presenta medias del 7% de picada total seguida de Osuna Sur (Sevilla) con un 6%.
Las capturas en mosqueros Mac-phail experimentan estos días un aumento debido al descenso general de las temperaturas en las provincias de Cádiz, Córdoba y Granada, con valores medios provinciales de 8, 4,60 y 4 adultos/mosquero y día, respectivamente. Por zonas biológicas, la subbética central (Córdoba) presenta valores medios de 27,80 adultos/mosquero y día seguida de Setenil (Cádiz) con 14,90 adultos/mosquero y día.
Las capturas registradas en placas cromotrópicas nos indican un aumento de la actividad sexual de este agente, con valores en las provincias de Granada, Jaén y Córdoba de 2,40, 1,40 y 0.92 adultos/placa y día, respectivamente. Por zonas biológicas, destacar la subbética meriodional (Córdoba) con 5,60 adultos/placa y día, seguida de Sierra Ahillos y San Pedro (Jaén) con 3,40 adultos/placa y día.
Como control fitosanitario, se ha realizado tratamiento aéreo en las Zonas Biológicas de Algodonales, Olvera y Setenil en la provincia de Cádiz y terrestres en áreas localizadas por aumento del umbral de tratamiento. En la pasada campaña, por estas fechas, los tratamientos fitosanitarios aéreos y terrestres eran habituales en las provincias de Cádiz, Sevilla y Córdoba, a excepción de Jaén solo terrestres.
La previsión meteorológica para los próximos días presenta un ligero descenso de las temperaturas acompañadas por fenómenos tormentosos, favoreciendo así la actividad de este insecto y, en consecuencia, un aumento de la incidencia en el fruto.
Es conveniente recordar que la mosca detiene su actividad biológica a temperaturas inferiores de 6ºC y superiores a 35ºC, siendo entre los 20-25 temperatura óptima para su desarrollo. Temperaturas por debajo de los 36ºC y humedad relativa elevada (entre 80-85%) son condiciones favorables para las puestas de mosca e integridad aumentando con ello la incidencia de la plaga.
Con esta situación, se aconseja continuar con la supervisión del cultivo y la evolución de este insecto. Se recomienda cuantificar las poblaciones de adultos en trampas y muestreos en frutos picados.
